Los hospitales psiquiátricos de Mérida y Plasencia están ultimando su adaptación al modelo de salud mental de la Junta de Extremadura para así poder afrontar su integración en el sistema sanitario regional.

Estos hospitales, dependientes de las diputaciones provinciales, iniciaron su "proceso de transformación" en 1996, a raíz del pimer Plan de Salud Mental, según explicó a este diario Agapito Herrero, director médico del Complejo Sanitario Provincial de Plasencia.

El objetivo era adaptarse "a un concepto nuevo, no ser el manicomio de toda la vida". De esta forma, la unidad de larga estancia se va transformando y dando paso a otro tipo de recursos más adecuados a los nuevos tiempos y más centrados en la atención asistencial.

En estos momentos los psiquiátricos extremeños tienen 742 pacientes (están al 93% de su capacidad), de los que más de la mitad son de larga estancia. Y es que uno de los principales problemas de estas instituciones es que la estancia media supera los 20 años debido a unos pacientes "de otra época" que médicamente podrían ser dados de alta pero que necesitan otro tipo de atención y no disponen de recursos ni de familia.

SANIDAD AUTONOMICA De momento ya hay convenios con el Servicio Extremeño de Salud (SES) para los derivados de los hospitales públicos.

Por otra parte, el consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, reiteró ayer que la gestión "conjunta" de los hospitales psiquiátricos entre la Junta de Extremadura y ambas diputaciones se producirá a partir de enero del 2007.

En una comparecencia con motivo de los actos sobre el Día Mundial de la Salud Mental que se desarrollaron ayer en Almendralejo, manifestó además que "se están haciendo las gestiones oportunas con el fin de conseguir las transferencias que permitan la inclusión de estos hospitales en la red del Sistema Extremeño de Salud".