El secretario de Política Municipal del PSOE de Extremadura, Saturnino Alcázar, ha asegurado hoy que las transferencias a los ayuntamientos por todos los conceptos han bajado hasta 188 millones en 2013, lo que supone 77 millones menos que en 2011.

El socialista ha pedido al presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, que en vez de pedir a los ayuntamientos que bajen los impuestos y las tasas municipales, devuelva sus ingresos a los niveles de 2011.

En ese caso, según Alcázar, los ayuntamientos podrían reducir los impuestos no el uno por ciento de la recaudación, como propuso ayer Monago en el acto conmemorativo del XXV Aniversario de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura, sino el cinco por ciento.

La invitación de Monago a bajar los impuestos fue populista, electoralista y una falta de respecto, a su juicio, a la vista de su "nefasta gestión" en materia municipal.

"¿A quién quiere engañar?", ha planteado Alcázar, que ha rechazado con datos el "falso municipalismo" del que alardea Monago.

Así, ha asegurado que el presidente del Gobierno de la nación, Mariano Rajoy, y Monago obligaron a los ayuntamientos a subir el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o a actualizar la ponencia de valores.

Alcázar ha acusado al Gobierno regional de reducir hasta 32 millones, cinco menos que en 2011, el fondo regional para servicios o inversiones municipales.

También ha asegurado que las subvenciones municipales y para agentes de empleo han caído un 30 y un 40 por ciento, respectivamente.

Asimismo, ha lamentado la desaparición de los celadores de los centros de salud, de los conserjes de los colegios y de la ayuda a domicilio y a la escuelas municipales de música, además de reducirse los apoyos al empleo.

El dirigente socialista ha demandado a Monago que se deje de "fuegos de artificios", ya que los ayuntamientos están "bastante asfixiados" y hacen "auténticos equilibrios" para mantener los servicios y los puestos de trabajo.

Al final, según Alcázar, el Gobierno de Extremadura cumplirá con el déficit gracias a los recortes a los ayuntamientos.

Mientras, el superávit presupuestario de los ayuntamientos al cierre de 2013 lo dedican a becas para guarderías y libros de texto, y a impulsar el empleo, ha concluido.