La portavoz del PSOE extremeño, María Ascensión Murillo, ha defendido que la convocatoria de huelga general para el próximo miércoles "no deja de ser un fracaso colectivo" en una sociedad como la española que "necesitaba de reformas estructurales".

Asimismo, ha añadido que, más allá de esta circunstancia, en cualquier caso, "ganen o pierdan (los sindicatos en cuanto a las cifras de participación) quien pierde es la izquierda" con esta cita porque "está claro que la derecha se está frotando las manos".

Además y tras la Comisión Política Permanente de su partido, ha insistido en el "respeto" de su partido a la convocatoria y, al mismo tiempo, ha solicitado que "se respete" el derecho "fundamental" al trabajo y que la del 29-S sea una jornada "sin incidentes que lamentar".

En su opinión, "en un momento difícil, en una sociedad como la española, con un mercado de trabajo que tiene unos problemas que son estructurales, que necesitaba de reformas estructurales, lo ideal hubiera sido que fraguase la concertación social" pero "al no haber conseguido ese acuerdo (de negociación social) en la mesa de diálogo social, el Gobierno ha tenido que hacer lo que tenía que hacer".

Sobre la reforma laboral, ha apuntado que "no es el talismán que venga a acabar con la situación de crisis y de desempleo", aunque sí "es un instrumento que va a dar mayor flexibilidad al mercado", junto a otras reformas aplicadas y próximas. "No es una reforma laboral que ataque los derechos de los trabajadores sino que por el contrario lo que hace esta reforma es mirar y dar oportunidad a los parados, fundamentalmente a los jóvenes".

En esta línea, ha matizado en que en la reforma laboral estatal, que "seguramente tendría muchas cosas que mejorar", a su juicio, "no hay un ataque a los trabajadores, lo que sí hay es una oportunidad a los parados de este país".

Así, ha defendido que en la reforma "desde luego no han conseguido los empresarios el máximo que planteaban y tampoco los sindicatos", sino que el Gobierno ha mantenido una posición "centrada, razonada".

A su juicio, el Gobierno "en una posición centrada, razonada, tomando como modelo países europeos que están pasando por una situación y que no han tenido esa destrucción de empleo (de España), ha planteado las reformas que junto con el resto de reformas que plantea en un futuro podrán hacer que el mercado de trabajo no sea ese mercado perverso que cuando la situación va bien se crece más que nadie pero que cuando viene mal dada hay una sangría de trabajadores que se queda en la calle bastante dolorosa".

Murillo ha insistido en que la reforma laboral plantea que "la última salida sea la del despido", a diferencia --ha dicho-- de hasta ahora, y mediante la utilización de modelos como el 'alemán' basado en "moderación de salarios y reducción de horas de trabajo", y el 'austríaco', con un fondo de capitalización que "arrastre a lo largo de toda la vida laboral las cotizaciones".

Cinismo del PP

Por otra parte, la portavoz socialista ha criticado igualmente el "cinismo" del PP "cuando dice que es el partido de los trabajadores" en tanto que, a su juicio, dicha formación "igual que en el resto de reformas que se han planteado, (en la reforma laboral) ha decidido no mojarse mucho, para que el trabajo difícil, las reformas estructurales las haga un gobierno socialista y tener así la manera de criticar".

Para Murillo, la actitud del PP "es una actitud absolutamente cobarde y que demuestra día a día el poco empeño de arrimar el hombro en esta situación difícil que estamos todos viviendo".

Los sindicatos

También, en cuanto a la posición de los sindicatos ante el 29-S, ha reconocido que su "papel" es "defender los derechos de los trabajadores", y ha añadido que "no hay ni un solo socialista ni en Extremadura ni en España que se planteé ni por un momento quitar ni un solo derecho a un trabajador".

"Ha sido una lucha de mucho tiempo (los derechos laborales) como para que alegremente alguien piense que alguien del PSOE lo que quiere es atacar los derechos de los trabajadores", ha subrayado Murillo, quien ha insistido en que "una mirada a los que están parados también es obligado y la reforma está tratando de mirar a los que no tienen empleo".

Finalmente, la portavoz socialista no se ha atrevido a augurar el éxito o fracaso de la convocatoria de huelga, máxime --ha indicado-- en vísperas de la cita. "Muchos trabajadores han entendido que no hay causa suficiente (para la huelga general) y otros entienden que sí".