La Comisión no Permanente Para la Reforma del Estatuto de Autonomía se reunió ayer en la Asamblea para iniciar el análisis de la propuesta del documento de partida. Un documento que se entregó a los diputados para que en el plazo de un mes se encuentre revisado y se apruebe con consenso. Para el debate y estudio del documento inicial los dos grupos parlamentarios han reconocido comenzar esta reforma con ánimo de consenso y diálogo. Varios puntos en mente, de entre los cuales, la portavoz del Grupo Parlamentario Popular-Extremadura Unida, Pilar Vargas, destacó el modelo de financiación autonómica. "No queremos sentirnos discriminados con respecto a ninguna otra comunidad autónoma" en relación, se refirió Vargas, a "nuestros derechos financieros".

Por otra parte, la portavoz popular asumió la "enorme responsabilidad que para los grupos parlamentarios supone esta reforma" y destacó el compromiso de su partido de estar a la altura de las circunstancias.

Un trabajo que los populares realizarán con mucha "ilusión", en la lucha por la defensa de los derechos de los extremeños y con ánimo de diálogo y de cooperación hacia la institución, defendió Vargas.

Para su homólogo socialista, Ignacio Sánchez Amor, lo más importante de esta reforma es debatir los asuntos que más le interesen a la ciudadanía "y no a los políticos". Sánchez Amor resaltó que con este Estatuto "no pretendemos sustituir la Constitución sino dentro de la Constitución, reformar el Estatuto de Extremadura". Además Sánchez Amor advirtió que esta nueva norma autonómica no resolverá los problemas "de la noche a la mañana" porque son las políticas públicas aplicadas desde las instituciones las que solucionan estos problemas, aunque sí dijo que "el Estatuto es muy importante y no quiero quitarle relevancia".

Para el portavoz del grupo PSOE-Regionalistas el consenso es la principal cuestión para acometer la reforma y sacar adelante el nuevo Estatuto "por el absoluto convencimiento político de que se trata de una operación de consenso pleno con el el PP".