De Las letrinas romanas eran colectivas y juntos los hombres y mujeres «hacen de vientre», como diría mi abuela, mientras charlaban. Mi madre diría: «ir al baño» y a mí me gustaría poder decir: «hacen caca». Esto último, que supone usar con más eficacia el lenguaje, no está «bien visto».

Freud nos decía que cuando el ser humano comienza a caminar y se hace bípedo, los genitales se exponen a la mirada y que la primera reacción frente a esa frontalidad define el pudor. En el Génesis se dice: «Yahveh Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?». Este contestó: «Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí». La clave por tanto está en el hecho de ser objeto de la mirada de otro.

El lenguaje es tan rico que distingue entre vergüenza, rubor y pudor. No puedo ser tan rico y por tanto lo vamos a llamar: resistencia a mostrarse. Por una parte es tan humano, los animales no la tienen como imagino que quiso distinguir Freud. Por otra es tan estúpido. Sentimos vergüenza porque nos vean fornicando, cagando o incluso escribiendo o leyendo estas palabras que son tan humanas, tan necesarias. Debería haber titulado este artículo: Fornicas y cagas. Me frena el pudor a tu mirada, a que digas que soy vulgar. Por cierto, como tú. A cambio le diré a Javi que hoy dibuje el pudor.

Quizás lo hagamos por lo que llamamos intimidad. Nos iría mejor como especie si la vergüenza, el rubor, el pudor se sintiesen por insultar mientras conduces, gritar a nuestros hijos, copiar en un examen o mentir. Pero eso no es ni íntimo. Lo hacemos a la luz del día y muchos presumiendo de, por ejemplo, robar a hacienda o conducir a 180 Km/h de Mérida a Madrid.

Desnudarte a solas no te ruboriza y a la mayoría robar a hacienda si no “te pillan” tampoco ruboriza. No deberíamos dejar de defraudar a hacienda por el peligro que suponga el que “nos pillen”. Deberíamos ser un país que tu propia mirada ante el fraude debería ser más potente que la mirada de otro ante tu desnudez. Y esto sólo se consigue con educación en casa y en la escuela. ¿Te lo enseñaron tus profesores?. Y a ti, ¿te da más vergüenza defraudar al resto de españoles o desnudarte ante un desconocido?