Las razones para acceder a alguno de los planes de formación de trabajadores son tan dispares como las motivaciones para hacerlo. Sea como fuera, lo cierto es que desde que este concepto llegó a las empresas los empleados se han convertido en una nueva bolsa de estudiantes integrada por profesionales que acceden estos a cursos. Cualquier rama profesional es susceptible de reciclarse , aunque no todos los trabajadores están dispuestos a hincar codos ni todas las regiones se esfuerzan igual por programar una oferta de cursos.

El caso de Extremadura resulta bastante paradójico puesto que, a pesar de que cuenta con uno de los índices de población activa que menos actualiza sus conocimientos, el porcentaje de empresas que ofrece formación a sus empleados es uno de los más elevados del país (8%), según el último informe elaborado por el Instituto de Estudios Fiscales el correspondiente al año 2001. Frente a este dato, sólo un 2,2% de los trabajadores participa en estos cursos, frente al 18,7% de madrileños.

La importancia de las pequeñas empresas en el tejido productivo extremeño contribuye a esclarecer este dato, más aún teniendo en cuenta que el 96% de las empresas de la región participantes cuentan con menos de 50 trabajadores, y un 56% emplean a un máximo de 5 personas.

Por sectores, el porcentaje de trabajadores participantes en formación continua es dispar. La región lidera la participación en el sector agrícola, aunque sólo representa un 4% de los trabajadores en activo en la región. Los más activos en todo caso pertenecen a otros sectores como el comercio, la industria y la hostelería. Estos tres concentran al 47% de los trabajadores de la región que actualizan sus conocimientos, aunque los casos del comercio (21%) y la industria (12%) son los más relevantes, puesto que el porcentaje de trabajadores en continua formación que emplean se encuentra entre los tres más elevados a nivel nacional. El caso de los empleados de la industria (14%) resulta poco significativo en comparación con otras regiones.

El número de mujeres es inferior al de masculino, a pesar de que integra el 35,5% del total. Constituye el porcentaje más bajo de todo el territorio nacional.