La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) anunció ayer mismo que denunciará ante la Dirección General de la Competencia de la CE el diseño de la subasta de renovables celebrado el miércoles, en la que los 3.000 megavatios (MW) que se han adjudicado han sido todos para proyectos eólicos. En un comunicado, esta organización señaló que el resultado de la puja, en la que la energía solar fotovoltaica no obtuvo ningún megavatio, pone de manifiesto que esta tecnología «ha competido en condiciones de discriminación».

Según la UNEF, el mal diseño y las reglas de la subasta han dado ventaja a la tecnología eólica, que se ha adjudicado la totalidad de la potencia licitada, a pesar de que la fotovoltaica había ofertado al mismo precio, debido a que en caso de empate el criterio para resolver la adjudicación era el número de horas de funcionamiento de la instalación tipo.

A juicio de la UNEF, el diseño de la subasta «incumple con el principio de neutralidad tecnológica» y no ha dejado demostrar a la fotovoltaica su competitividad, que ha reducido sus costes en un 80% en los últimos años.

Para esta asociación, que forman más de 250 empresas y entidades que representan más del 85% de la actividad del sector en España, el resultado de la subasta ha sido una «ocasión perdida» para los consumidores, que con un diseño de subasta basado en la libre competencia podrían haber tenido un precio más barato.

La UNEF ya recurrió ante el Tribunal Supremo la regulación de la subasta de renovables y solicitó la suspensión cautelar de la misma, aunque el tribunal desestimó esta última medida al considerar que, en todo caso, los daños causados podrían ser resarcidos con una compensación económica.

En la subasta de ayer, Forestalia se adjudicó 1.200 MW; Enel (500 MW), Gamesa y Gas Natural (200 cada una).