Esta semana Campus Yuste -programa académico de la Fundación Academia Europea de Yuste-- ha abordado el proceso de construcción europeo. Durante tres días más de una veintena de expertos ha analizado los desafíos a los que se enfrenta la Unión, inmersa en complejos procesos como el Brexit, el auge de los populismos y la extrema derecha, el referéndum de Italia o Hungría, y la crisis de la migración, entre otros muchos. Europa se encuentra en una encrucijada. De los ciudadanos y sus representantes depende el rumbo que vaya a tomar el continente.

El curso ‘Del Tratado de Roma al Tratado de Maastricht y los avances pendientes en el proceso de integración europea’ desarrollado en el Real Monasterio de Yuste ha coincidido con el 60 aniversario de la firma de los Tratados de Roma, y del Tratado de Maastricht, rubricado hace justo un cuarto de siglo. A lo largo de estos días en Yuste han intervenido expertos de la talla de Ramón Jaúregui, presidente de la Comisión Europa y Latinoamérica del Parlamento Europeo; Ignacio Sánchez Amor, diputado y portavoz socialista en la Ponencia sobre Brexit de las Cortes; o Araceli Mangas, catedrática Jean Monnet en Estudios Europeos.

Entre las ponentes del curso destaca Teresa Freixes Sanjuán, catedrática Jean Monnet ad personam, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona. Es sin duda una rara avis, pues conjuga sus conocimientos teóricos con su propio compromiso social. Por eso ha puesto en marcha recientemente un movimiento ciudadano llamado Concordia Cívica, al objeto de dar voz a aquellos que no contemplan una Cataluña fuera de España.

Ejes de su ponencia

Su intervención en Campus Yuste se centró en tres grandes aspectos: el refuerzo del estado de Derecho, las nuevas políticas en materia de defensa y seguridad, y cómo se tendrían que empezar a plantear las reformas en Europa. Todo ello abre nuevos escenarios con las propuestas de fondo del Libro Blanco que el presidente Junker ha planteado en los últimos meses.

Freixes propone mejorar el estado de Derecho en la Unión Europea con regulaciones en los tratados para que dejen de existir esas ‘reuniones informales’ que culminan en ocasiones en tomas de decisiones concretas que ponen en peligro otras política que sí están reguladas en tratados, como sucede, por ejemplo, con el Eurogrupo. Un ejemplo son las declaraciones del presidente de este órgano Jeroen Dijsselbloem cuando dijo que los países del Sur se gastan dinero en «alcohol y mujeres». «No puede haber organismos que tomen grandes decisiones que no estén sujetos a control», indica la catedrática de Derecho Constitucional.

Freixes urge la creación de una Agencia Europea de Defensa. «Por expresa disposición de los Tratados y, también, porque la realpolitik a la que el Brexit en UK y el triunfo de Trump, nos abocan a ello con mayor urgencia», ha escrito recientemente. «Antes incluso de las actuales amenazas terroristas ya estaba incluido en los tratados. Es una obligación desde el Tratado de Lisboa», señala.

Pide un mayor control presupuestario y financiero con indicadores más cualitativos y cuantitativos. «Hay que racionalizarlo todo, teniendo en cuenta el principio de subsidiariedad», indica.

Explica que hay que racionalizar el proceso de reformas. En función de su importancia existen dos métodos. Cuando se trata de un asunto de calado hay que nombrar una convención. Para las reformas ordinarias se aplica el método de las reformas intergubernamentales. Añade que saber bien qué vía tomar es muy importante para un correcto desarrollo normativo.

La profesora asegura que «Europa debe recobrar la pulsión europea». Cree que los ciudadanos europeos deben ponerse en marcha para que quienes están en las instituciones representen de verdad sus intereses. «La gente los siente lejos. Hay que activar a la ciudadanía para que haya una conexión directa entre ellos y nosotros».

Finalmente, asegura que el movimiento separatista catalán se conjuga con la actual situación europea «muy mal». «Es un torpedo en la línea de flotación, que no va a tener éxito. Pero mientras estemos con este ‘sarampión’ es un problema encauzarlo. Cataluña no puede salir de la Unión Europea, ni Europa tolerar escisiones internas en los estados miembros», concluye.