El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, reivindicó ayer la «inmediata» puesta en libertad de los dirigentes extremeños Ignacio Huertas y Maxi Alcón, en prisión desde noviembre del pasado año, y ha apuntado que si ambos se apellidaran Pujol, «estarían hace tiempo en libertad».

Convencido de la inocencia de sus compañeros extremeños, Ramos, que visitaron el certamen Agroexpo, calificó la permanencia en prisión de Huertas y Alcón como una «tortura injustificada para ellos, sus familias y sus compañeros».

Frente a los «graves errores» que contiene la instrucción policial, Huertas incidió en el informe aportado por la Junta de Extremadura, a petición del juzgado, y en las declaraciones de acusados y testigos, pues ambas pruebas refuerzan la inocencia de los dirigentes extremeños de UPA-UCE. El dirigente nacional de UPA considera que los supuestos legales para mantener a sus compañeros en prisión no existen. Al respecto, ha señalado incluso que algunos de los testigos que han sido llamados a declarar ni siquiera son ya trabajadores de UPA-UCE, si bien ha añadido que desde el pasado 19 de diciembre no se ha tomado declaración a ningún testigo ni acusado.

Asimismo, se ha preguntado si el mantenimiento de la prisión provisional de Huertas y Alcón responde al «cuestionamiento de la credibilidad y veracidad del informe aportado por la Junta» sobre las ayudas de asesoramiento.