«Semos asina labor queando’n juellas / regina extremeña cositas güenas / golver al pueblo y mirá pá la tierra / jazañas y juerzas pa endulzar las penas». Esta podría ser la letra de un poema desconocido de Gabriel y Galán que llevaba guardado en cajón décadas y algún extremeño ha encontrado después de años, pero no. La estrofa forma parte de una cación de rap que pulula por la red desde hace unos días.

El dialecto extremeño que se habla en núcleos muy reducidos en la región y que sobrevive con dificultad a la desaparición más inmediata gracias a colectivos como el Órgano de Seguimiento y Coordinación del Extremeño y su Cultura (Oscec) se cuela reencarnado en música. El autor es Joaquín Millán, álter ego de Joacko, un joven rapero de Barcelona.

El interés de Joacko en el castúo no es casual. El joven de 21 años vive en Les Roquetes de Sant Pere de Ribes, pero los lazos que le unen a Extremadura son de sangre. Su padre nació en Reina, un pueblecito al lado de Llerena con apenas un centenar de habitantes y sus tíos son extremeños. No recuerda la última vez que visitó la región, pero confiesa que le gustaría visitar la localidad que vio crecer a sus progenitores.

Aunque le separan más de mil kilómetros, Joacko tiene más cerca de lo que cree el legado extremeño. Tres libros que guardaba su padre en la estantería sobre el habla de la región sirvieron de empuje para que el rapero comenzara sus versos en castúo.

‘Regina Turdolorum’ salió a la luz hace una semana. Casi dos meses ha tardado en encajar las palabras en estremeñu para que hubiera concordancia y respeto. Reconoce que no sabe hablarlo, ha ido enlazando los versos con tiempo y lectura. «Si lo leo, puedo entenderlo», anota. El tema, que está disponible para su escucha en Youtube desde finales de agosto, viaja envuelto en una instrumental suave e imágenes del yacimiento de Regina y textos con la historia de los antepasados de la localidad.

Aunque este es el más reciente, no es la primera vez que el MC compone en la lengua extremeña. El catalán confiesa a este diario que lo que le llamó la atención del castúo fue el «tono rural» que desprende en la entonación y en la gramática. Reconoce por otra parte que le atrajo que para su sorpresa «el dialecto apenas se hablaba en Extremadura». Era un espacio baldío en muchos campos y Joacko ha decidido aprovecharlo. «Hay muchos raperos que componen letras en catalán, pero en castúo, muy pocos, sino soy el único», alega.

El joven empezó su carrera musical hace siete años, pero de momento no lo plantea más que como un afición. Forma parte del plantel de una pequeña discográfica, Crazy Records Music, con Ferta, Geyser y Okupa 13. No descarta girar por Extremadura para presentar su cumplido a una lengua de la que muchos extremeños reniegan desde hace décadas, pero sin prisa. «Ahora estoy buscando trabajo, en un futuro nunca se sabe», apostilla.

«Gracias por muestral que el estremeñu no es una lengua muerta sino que se puei gastal en el sigru 21», le responden en castúo en los comentarios del tema en la red. Aunque ya se puede escuchar en internet, verá la luz este año en la última maqueta del joven ‘Inerte’ (Crazy Records Music, 2017), un título que demuestra justo lo contrario, que el castúo parece estar quieto pero no está muerto.