El príncipe Felipe recibió ayer en Trujillo la Medalla de Extremadura, la más alta distinción que se concede en la comunidad autónoma. Durante el acto de entrega, Su Alteza Real aseguró que este reconocimiento es una muestra de "la generosidad de los ciudadanos de esta tierra" y que lo recibe "con verdadero y profundo orgullo", pero también "con humildad" y "un fuerte sentido de la responsabilidad que me estimula a continuar trabajando con ilusión por España al tiempo que acreciento mi afecto y mi cercanía a Extremadura y los extremeños".

De la misma forma, el príncipe de Asturias resaltó que esta concesión le honra de forma especial ya que, justificó, es reflejo del "sólido vínculo" que los extremeños sienten hacia la Corona y que "es recíproco". Un vínculo que, apuntó, ya se puso de manifiesto con la entrega de esta Medalla tanto al Rey Juan Carlos como a la Reina Sofía.

La Medalla le fue entregada por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en una ceremonia celebrada en el Parador Nacional de Trujillo, y que se desarrolló después de inaugurar la XXV Feria Nacional del Queso de esta población. En ambos actos también estuvo presente la princesa Letizia.

Otro de los aspectos recalcados por el Príncipe fue la fuerte conexión de Extremadura con Iberoamérica. "La dimensión iberoamericana de España no podría entenderse plenamente sin el papel audaz de Extremadura y de sus hijos a lo largo de los siglos", dijo, para luego resaltar que esta vocación iberoamericana "no se limita a la historia, sino que pervive en el tiempo y se refuerza constantemente con nuevas iniciativas". Igualmente, también ensalzó el "riquísimo patrimonio cultural", extremeño, del que puso como ejemplo a Trujillo y su calidad ambiental "excepcional". En referencia a esta última, indicó que se trata de un "tesoro ecológico que redunda en beneficio de todos. Gracias por cuidarla y conservarla".

En cuanto al porvenir de la comunidad autónoma, dijo que la región "apuesta por su futuro" y que conoce "perfectamente sus oportunidades". En este punto quiso resaltar dos aspectos. Por un lado, las iniciativas vinculadas con el desarrollo rural y la agricultura "fundamentales para un territorio extenso y poco poblado como el vuestro". La apuesta por el desarrollo agroalimentario, sostuvo, posibilita que se ensanche "un sector dinámico y competitivo". La segunda de las facetas mencionadas fue el desarrollo tecnológico, "otro de los pilares del progreso en Extremadura".

FERNANDEZ VARA La Medalla de Extremadura fue concedida por el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura el pasado 18 de marzo. Guillermo Fernández Vara señaló que, después del caluroso recibimiento que se les brindó ayer a los Príncipes en Trujillo, "pocas razones hay que dar" para justificar esta decisión. "Este es un pueblo que les quiere profundamente", apuntó en relación a los Príncipes, "posiblemente porque es un pueblo sabio y sabe que ese cariño es correspondido". Fernández Vara recordó que la primera Medalla de Extremadura se otorgó al rey Juan Carlos "en los inicios de la andadura autonómica", que la reina Sofía la recibió cuando se cumplían 25 años de las primeras elecciones regionales y que ahora se le concede a el Príncipe el año en el que el nuevo estatuto de autonomía extremeño será aprobado por las Cortes.

Para el presidente autonómico, el reconocimiento otorgado al príncipe "es un signo de agradecimiento, pero también de responsabilidad y de compromiso". De responsabilidad --agregó-- porque con la Medalla de Extremadura, la región quiere "decirle muy claro a quien representa el presente y el futuro de este país", que "siempre va a poder contar con nosotros para construir el futuro de este país. Esa España que todos queremos, esa patria común e indivisible donde seamos iguales en derechos y también todos iguales en deberes", aseveró.