El diseño inicial del PEIT fijaba un trazado que se ajustaba más a las reivindicaciones del trazado sur, que beneficia más a La Serena y tiene un menor impacto medioambiental.

En marzo del 2005, coincidiendo con la inauguración del tramo de la N-430 que une la presa de García de Sola con el puerto de los Carneros, la ministra apuntó que la nueva carretera sería una de las calzadas de la A-43. Ante este anuncio, Ibarra planteó la posibilidad de unir norte y sur con una autovía regional.

Días después, el consejero extremeño de Infraestructura señalaba que, a pesar del anuncio de la ministra, no había aún trazado definitivo.