El acuerdo alcanzado para evitar los riesgo derivados del intenso calor a los trabajadores de la construcción se concretó en reducir la jornada en una hora del 15 de julio al 16 de agosto. Algunos lo han interpretado como que se aprobaba la jornada intensiva, de 07.30 a 14.30 horas, pero existe libertad para que las empresas fijen el horario, siempre que no se superen las horas establecidas.