El cultivo y la transformación industrial del tabaco están en fechas clave. A escasos días de que la Comisión Europea presente su propuesta para la reforma de este sector, fundamental para la economía de las comarcas de La Vera y Campo Arañuelo, las compañías transformadoras --Cetarsa, Agroexpansión, World Wide Tobacco España y Taes-- han echado números de cuánto perderían si salen adelante los cambios normativos que se esperan.

Se da por hecho que la Comisión va a proponer desvincular las ayudas de la producción de tabaco, lo que supondría un descenso importante en el cultivo, ya que para cobrar la subvención bastará con sembrar cualquier otro producto. Este hecho provocaría unas pérdidas de 157 millones de euros (26.122 millones de pesetas) a las cuatro compañías antes citadas, según han indicado a Efe fuentes de la patronal Anetab.

De esta cantidad, 70 millones de euros (11.647 millones de pesetas) se destinarían a pago de indemnizaciones por despido de personal, ya que las empresas prevén una reducción de sus plantillas. Otra fuente importante de pérdidas se producirá en el capítulo de inmovilizado material, ya que las fábricas están dotadas de equipos e instalaciones muy específicas que los hacen inservibles para otra actividad industrial.

Cetarsa es una empresa participada mayoritariamente por el Estado y Taes, World Wide y Agroexpansión son filiales de grupos multinacionales. Las cuatro compran casi la totalidad del tabaco español en Extremadura y sólo World Wide lo transforma fuera de la región.

Las cuatro transformadoras realizan compras de tabaco por valor de 40 millones de euros anuales y emplean a 1.500 trabajadores. De esta cantidad, la mayor parte están ocupadas en centros extremeños y más del 50% son mujeres. Sólo Cetarsa tiene unos 630 trabajadores. El cupo de tabaco asignado a España en 2003 es de 40,9 millones de kilos, de los que el 90% es extremeño.

Anetab afirma que "el sector tabaquero teme que el Ministerio de Agricultura concentre sus esfuerzos en la defensa del aceite de oliva", otro de los sectores pendiente de reforma. Está previsto que la Comisión Europea plantee el próximo martes a los ministros de Agricultura de los Quince su propuesta de cambios para el paquete de cultivos mediterráneos, en el que se encuadran el tabaco y el aceite de oliva.

La patronal teme que si para cobrar el mismo o similar nivel de ayudas no es necesario sembrar tabaco, los agricultores se decidan por otros cultivos con costes de producción menores. Esta reorientación de las explotaciones dejaría sin materia prima a las empresas transformadoras.

Ahora se cobra una ayuda de entre 2,4 y 2,9 euros por kilo de tabaco entregado en la industria. Si no se produce, no se cobra. La pretensión de la UE es mantener la renta de los agricultores con un pago fijo --se supone que obtenido de una media de campañas anteriores-- sin necesidad de que cultiven tabaco, pues la política de Bruselas es no incentivar productos contrarios a la salud.