La región contará entre 2018 y 2019 con 21 nuevas plantas de energía renovable, la mayoría fotovoltaica, con una potencia de casi 1.900 megavatios, y que supondrán una inversión de 1.200 millones de euros de «capital privado, sin ninguna ayuda pública», según anunció ayer el consejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro. Doce de ellas iniciarán las obras este mismo año (con casi 1.000 megavatios) y otras 9 se construirán en 2019 (con una potencia de casi 900 megavatios). De hecho, la primera planta (de 50 megavatios de potencia) se empezará a construir este mismo mes en Alvarado, y finalizará este mismo año. Además, antes de que termine este año se iniciarán también las obras para varias plantas en la zona de Usagre e Hinojosa y Valdecaballeros, con 800 megavatios de capacidad de producción.

En total, avanzó el consejero, «hay 35 proyectos de renovables ahora mismo en Extremadura, con una potencia de 2.500 megavatios». Por ello, considera que en la región «hay una situación enormemente ilusionante de actividad económica con los proyectos en energías renovables, y concretamente en fotovoltaicas». Ello es debido, sobre todo, «a la agilización en la tramitación administrativa, porque mientras en España los proyectos pueden tardar entre dos y tres años en conseguir esa tramitación, en Extremadura hay casos que lo consiguen hasta en seis meses», argumentó.

Además de esos proyectos, Navarro también comentó que el primer parque eólico de Extremadura estará en funcionamiento antes de que termine el año. Ubicado en Plasencia generará energía equivalente al consumo anual de 44.000 hogares.

PETICIONES AL GOBIERNO // Extremadura esta viviendo «un momento muy especial» en materia de energía fotovoltaica tras seis años «perdidos» por la moratoria aprobada en 2012 por el Gobierno del PP, recalcó, pero «la realidad ha ido por delante» y ahora la región tiene una «enorme oportunidad» en este campo, porque «tiene mucho suelo, una buena infraestructura de red eléctrica, y una altísima radiación solar».

Todo ello se ve favorecido, argumentó, con las medidas del nuevo Gobierno central, que van en el sentido que le interesa a Extremadura, aunque la Junta le trasladará una serie de reclamaciones en esta materia.

Así, el Ejecutivo regional solicita una ley de cambio climático y transición energética, así como la elaboración del Plan Nacional Integral de Energía y Clima, y una nueva normativa sobre el autoconsumo porque la actual es «muy restrictiva». Igualmente, el Gobierno extremeño demanda que las próximas subastas del mercado eléctrico se basen en el precio de la energía, y que se diferencie por tecnologías de producción (eólica, fotovoltaica, biomasa, termosolar...), así como que se invierta en las infraestructuras de transporte de la energía para poder absorber el incremento de la producción previsto hasta 2030, fecha en la que la Unión Europea ha establecido el objetivo de consumir al menos el 30% de su demanda eléctrica procedente de fuentes renovables.