No puede ser que una comunidad baje sus impuestos y después siga recibiendo fondos del resto". Con esta base, el consejero de Administración Pública y Hacienda, Angel Franco, mostró ayer el apoyo de la Junta a la penalización a las autonomías que bajen sus tributos sobre los fondos que reciben del conjunto del Estado. Así lo aseguró en una rueda de prensa para valorar la reforma del modelo de financiación que, según destacó, Extremadura apoya "sin condiciones", aunque mantenga algunas "dudas técnicas".

Según Franco, Extremadura "se ha ido adaptando" a la ampliación de la capacidad normativa en materia de impuestos de las comunidades que, afirmó, "seguramente ya está en un límite --que situó en torno al 50%-- del que no deberíamos subir", al objeto de garantizar el papel del Estado como "garante de la solidaridad". En esa línea, consideró positivo que la reforma del modelo de financiación contemple penalizar a las comunidades que usen su capacidad normativa "a la baja", es decir, que si reducen sus impuestos, "no podrán seguir recibiendo la misma parte de los recursos de las demás comunidades".

Esta medida, según Franco, fomenta la "corresponsabilidad" y evita los conflictos entre comunidades autónomas, como ocurre ahora. "Hemos entrado en una carrera sin freno algunas veces para ver qué comunidad baja más los impuestos", reconoció, pero advirtiendo que advirtió que Extremadura "se ha mantenido firme" y ha diseñado sus tributos en función de las necesidades.

APOYO IDEOLOGICO Asimismo, el consejero reiteró el apoyo de Extremadura "sin condiciones" al nuevo modelo, centrándose especialmente en los principios que, de los que dijo que "aunque no dan de comer, te pueden atragantar". En este sentido, resaltó la ausencia del término "esfuerzo fiscal" en el modelo de financiación, repitiendo que era una exigencia de Extremadura porque quienes pagan impuestos son las personas y no los territorios y considerándolo, por tanto, "un éxito de la negociación" del Gobierno extremeño.

También destacó que se incluya la propuesta de Extremadura de ampliar el plazo para que las autonomías puedan devolver los fondos al Estado cuando las liquidaciones sean negativas, es decir, cuando se recaude menos de lo que se tenía previsto y, por ello, la comunidad deba reintegrar al Estado parte del dinero que recibió, como ocurrirá previsiblemente este año. Precisamente, en cuanto a la mala situación económica y el recorte del presupuesto previsto para el año próximo (10%), Franco consideró que la reforma de la financiación no solucionará este problema, pero sí lo aliviará.

Por otro lado, el consejero indicó que, pese a estar de acuerdo a grandes rasgos con los cambios en el modelo, la región seguirá revisándolo, tanto para resolver las dudas técnicas que aún presentan --como cuál va a ser el coste de la normalización lingüística--, como para continuar intentando ampliar los fondos que llegan a Extremadura --por ejemplo, a través del fondo de la escasa densidad de población--.

El presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, manifestó ayer que solo queda "rezar" para que la región no pierda aún más en la tramitación parlamentaria del nuevo modelo de financiación autonómica.