Extremadura cierra el año 2017 con un déficit del 0,88% del PIB, unos 163 millones. A pesar de que el desequilibrio de las cuentas se ha reducido en casi un 46% (en 2016 fue de 301 millones), la cifra final supera en dos décimas el tope del 0,6% marcado por el Ministerio de Hacienda, de forma que nuevamente la región se sitúa entre las comunidades incumplidoras.

Según los datos facilitados ayer por el ministerio, de los 301 millones de déficit registrado en 2016 se ha pasado a 163 al cierre de 2017.Un esfuerzo de 138 millones que ha permitido a Extremadura reducir su déficit del 1,68% en 2016 al 0,88 de 2017. Además de Extremadura, Murcia, Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha también incumplieron en 2017 el objetivo de déficit.

Por su parte, otras cuatro autonomías: País Vasco, Navarra, Canarias y Baleares, se situaron en superávit.

A tenor de estos datos, la portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña, destacó el «esfuerzo extraordinario» que ha hecho el Ejecutivo extremeño por cumplir el déficit sin empeorar la vida de los ciudadanos, «partiendo de una situación absotamente desastrosa y con la recuperación de derechos y la mejora de la calidad de los servicios públicos».

«Partíamos de una situación absolutamente desastrosa y, poquito a poco, estamos mejorando los números, recuperando derechos y la calidad de los servicios públicos fundamentales como sanidad y educación», dijo. Gil Rosiña insistió en el trabajo que ha hecho el Gobierno extremeño en materia de estabilidad presupuestaria y cumplimiento del déficit, trabajo al que puso «un sobresaliente de nota». Así, reiteró que el Gobierno regional viene de manera «paulatina y constante» desde que accedió a la Junta rebajando el déficit.