Cada vez somos más. Suena a eslogan, pero es lo que muestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que en su estimación de población para los primeros meses de este año prevé que Extremadura ha registrado un crecimiento del 0,23% con respecto a abril del 2009, ganando más de 2.500 habitantes. Sin prisa pero sin pausa, la región mantiene así una tendencia al alza que el año pasado la llevó a superar los 1.100.000 habitantes, algo que no ocurría desde los años 60.

De este modo, la comunidad extremeña se libra de los recortes que padecen otras y que afectan especialmente a La Rioja (-0,67%) y Castilla y León (-0,54%), Les siguen Aragón (-0,27%) y la Comunidad Valenciana (-0,19%), que cierran el grupo de las caídas demográficas. Estas no impiden, sin embargo, el incremento a nivel nacional (0,31%, con más de 141.000 habitantes) que se sustenta, sobre todo, en el crecimiento de Murcia (1,08%), Madrid (0,81%) y Andalucía (0,68%).

En el caso de Extremadura, la subida poblacional mantiene de este modo la tendencia al alza que viene consolidando en los últimos años. En concreto, son ya siete los ejercicios consecutivos en los que la región consigue ganar población, si bien el año pasado el incremento ya se moderó con respeto al anterior y, al igual que ocurre en la estimación para el 2010, se quedó bastante por debajo del promedio nacional (en el 2009 fue de un 0,43% en la comunidad frente al 1,27% de España).

Además, cabe recordar que el crecimiento demográfico no se suele producir de forma homogénea, como se constató en el 2009, cuando, por ejemplo, más de tres cuartas partes del aumento se concentraron en la provincia de Badajoz. En cambio, la estimación para lo que va de año no incluye datos provinciales ni municipales, aunque es conocido que son muchas las localidades extremeñas, sobre todo las de menor tamaño, que pierden habitantes. Así lo confirmó el análisis del Atlas Socioeconómico, según el cual seis de cada diez municipios extremeños tienen cada vez menos población y solo el tirón de las ciudades, con Don Benito y Almendralejo a la cabeza, permite que Extremadura presente un saldo positivo.

Este se mantiene, por cierto, si se tiene en cuenta el traspaso de ciudadanos con otras comunidades, ya que la extremeña recibe más gente de la que se marcha a otras zonas del país. Así lo aprecia el INE, aunque en los primeros meses de este año las cifras de emigrantes e inmigrantes nacionales se acercan e, incluso, en el caso de Cáceres se invierten y pierde 187 personas.