La exportación de la fruta extremeña a destinos como Brasil o China obliga al sector a innovar de forma constante para que esta llegue en las mejores condiciones, lo que hace que Extremadura sea «puntera» a nivel mundial en este sentido, como se puso de relieve ayer en un simposio sobre maduración y poscosecha.

Trabajos de calidad microbiológica, del uso de las tecnologías o de atmósferas modificadas para mejorar la vida comercial de la fruta, o con tratamientos con metilciclopropeno (MCP) para el mayor conocimiento de la maduración, son algunas de las técnicas que se investigan en Extremadura, se explicó en el XII Simposio Nacional y X Ibérico de Maduración y Postcosecha.

La profesora y experta de la Universidad de Extremadura (UEx) María Josefa Bernalte afirmó a los medios que la tecnología poscosecha permite ampliar la vida comercial de la fruta y para ello tradicionalmente se ha usado la congelación o la modificación de la atmósfera de conservación mediante el empleo de películas plásticas. Estas técnicas permiten las exportaciones trasatlánticas, pero la decisión de la UE de reducir el consumo del plástico obliga a buscar alternativas, y grupos de investigación en Extremadura y resto de España avanzan en estas nuevas técnicas.