Extremadura incrementó el pasado año un 22% las donaciones de sangre respecto al 2002, el aumento más elevado, con diferencia, registrado en España y muy por encima del 1,6% de subida media. En el 2003, los extremeños realizaron 43.947 donaciones frente a las 35.909 del 2002, lo que significa casi 41 donaciones por cada 1.000 habitantes, situándose en quinto lugar en el ránking español, según los datos facilitados por la Federación Española de Donantes de Sangre (Fedsang).

Este significativo incremento es muy variable, según las distintas hermandades de donantes de la región. Destacan los números de los donantes de la zona de Don Benito-Villanueva y de Mérida, donde las donaciones aumentaron un 50 y un 40%, respectivamente, respecto al año 2002, aunque en el caso de la capital extremeña el índice de donación por cada mil habitantes sigue siendo uno de los más bajos de la región, y se sitúa en el puesto 53 del ránking de las hermandades españolas.

En este sentido, la hermandad de donantes de Badajoz es la segunda en esta clasificación, tras Alava, con casi 61 donaciones por cada mil habitantes, aunque el pasado año registró un incremento del 15%, llegando hasta las 14.854, siendo la que más donaciones recibió de todos los colectivos extremeños.

Los números del pasado año reflejan que Extremadura se coloca quinta en el índice de donaciones de todo el país, por detrás de Navarra, Euskadi, Galicia y Cantabria, tres puntos por encima de las donaciones por mil habitantes de media nacional.

ESCASEZ EN ESPAÑA Con los datos recabados del 2003, la Fedsang critica que sólo cuatro regiones superen las 43 donaciones por mil habitante, índice considerado como autosuficiente, y asegura que España sigue teniendo un déficit en torno a 300.000 donaciones de plasma al año, que sólo se resolverá con la incorporación de otros 500.000 donantes a los algo más de dos millones inscritos en las distintas hermandades.