En el año 2012 más del 30% de la energía para el consumo primario en Extremadura procederá de fuentes renovables. Este dato aportado ayer por el consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, en la presentación del curso internacional de verano de la Universidad de Extremadura (Uex) Gestión y explotación de plantas de energías renovables demuestra el buen ritmo de los proyectos renovables en la región y la fuerte apuesta por ellos. Este porcentaje superará ampliamente las exigencias del nuevo plan energético --ocho años antes de su fecha límite-- (conocido como el 20-20-20) aprobado por el Parlamento Europeo, que prevé aumentar un 20% la eficacia energética, situar el uso de las renovables en al menos un 20% del total en el conjunto de la Unión Europea y un 20% menos de emisiones contaminantes, todo ello con el 2020 como plazo.

Durante esta semana, especialistas de la Junta, de la Comisión Nacional de Energías Renovables y distintos grupos energéticos, analizan en Alcántara la gestión y explotación de las fuentes limpias en la región, nutrida por "la gran hidráulica y la energía fotovoltaica". Así lo explicaba ayer M Teresa Miranda, doctora de la Escuela de Ingenierías Industriales de la Uex y directora del curso, junto al profesor Sebastián Rojas. "En relación a la producción actual, las renovables se van a multiplicar por tres en los próximos años, cuando se añadan los 400 megavatios de las instalaciones eólicas aprobadas por el Gobierno y se pongan en marcha las once plantas termosolares que hay en construcción en la región", según Miranda.

Sin duda, "una apuesta muy importante, que "también está aumentando el empleo cualificado de ingenieros que tienen otra oportunidad más de quedarse en Extremadura". La primera termosolar en Extremadura se pondrá en marcha en pocos meses y "la región se convertirá así en una potencia nacional de esta energía", cuya ventaja es que pueden funcionar más tiempo, pese a ser el proyecto más complejo de tramitar.

Sobre la posibilidad de sustituir la energía tradicional por las renovables, la profesora considera que "es una utopía". "El futuro pasa por un mix energético, no hay infraestructuras de almacenamiento para cubrir toda la demanda solo con renovables".

El curso también aborda la problemática de otras fuentes. La biomasa, según Miranda, funciona con residuos agrícolas o forestales, "su dispersión es más compleja y su producción menor", pero hay una planta de este tipo en construcción por Acciona. Sobre la minihidráulica, "su desarrollo es más limitado porque solo es posible en cauces que no tengan aprovechamiento eléctrico, tiene una potencia menor y son proyectos más complicados a nivel ambiental".