El Gobierno de Extremadura mantendrá o ampliará los espacios educativos saludables en los que el año pasado colaboró el colectivo de Cruz Roja con lo que los comedores de algunos colegios volverán a abrir durante el verano para garantizar la alimentación a los niños de familias con necesidades.

Así lo anunció ayer en el Patio Noble de la Asamblea la consejera de Empleo, Mujer y Políticas Sociales, Marian Muñoz. En declaraciones a los medios, adelantó que harán un análisis de las necesidades y de la cuantía necesaria para llegar al mayor número de niños y de la mejor forma posible, ya que este año se podrán organizar con suficiente antelación.

Este programa se financiará con parte de los fondos que repartió ayer el Consejo Territorial de Servicios Sociales y Dependencia, 32 millones de euros en total, de los 2,3 millones llegarán a Extremadura.

La mayor parte de este dinero será destinado para el plan de ayudas a la familia y la infancia, incluido en el de inclusión social, en concreto 1,3 millones.

Además de ayudas para ropa, manutención, educación o salud, también habrá para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar de personas vulnerables incluidas en proyectos de inserción en el mercado de trabajo, apuntó Muñoz. Para este plan, que también incluyen medidas de mediación en el entorno familiar, colaborarán con la plataforma del tercer sector para designar las acciones.

Por otro lado, la consejera de Empleo, que apuntó que ya se ha celebrado una primera reunión, indicó que se ha creado un grupo de trabajo técnico para homogeneizar los informes que elaboran los servicios sociales para la atención de las familias vulnerables. Parte de las ayudas repartidas servirán, además, para financiar los servicios sociales de base, un millón de euros que complementarán con los 6,2 millones que destina a ellos el Ejecutivo extremeño.