Extremadura notificará este año ante la Unión Europea la situación sanitaria de solo siete de sus 62 piscinas naturales. Son las siete que, por su uso tradicional y la gran afluencia de bañistas, están consideradas como las más representativas. Son las siete que aparecen en el catálogo oficial de zonas de baño que Bruselas analiza anualmente. Ahora son siete, hace 15 años eran 26.

Ese es uno de los aspectos que denuncia Ecologistas en Acción en su informe Aguas de baño continentales 2010 . La asociación conservacionista considera que las autoridades españolas han seguido durante las dos últimas décadas una estrategia de descatalogación paulatina de zonas de baño con el objetivo de ocultar a la UE los problemas de contaminación que sufren los ríos y gargantas de todo el país. "Porque una vez que se descataloga una zona de baño, se reducen las responsabilidades administrativas: no se tiene la obligación de vigilar la calidad de sus aguas ni comunicar los resultados a la Comisión Europea; no se tiene que identificar las fuentes de contaminación ni anunciar posibles peligros para la salud de los bañistas; no se tiene que tomar medidas impopulares para frenar la contaminación provocada por la agricultura y la industria; y no se tiene que mejorar la depuración", explican.

Hoy en toda España existe más de 200 zonas de baño oficiales. A principios de la década de los noventa había otras 300 más. En Extremadura se ha pasado de las 26 existentes en 1994 a las siete

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