La emisión de gases de efecto invernadero (GEI) ha crecido en Extremadura un 51,24% en los últimos doce años, lo que significa que la región triplica el máximo establecido por el protocolo de Kioto, que fijaba el límite de incremento en un 15% entre 1990 y el 2010 para intentar paliar los efectos del cambio climático y frenar el daño que produce en la capa de ozono.

Este porcentaje supone que la región supera en 13 puntos el incremento medio de los GEI en España, cuestión que se agrava al tener en cuenta que el Estado español es el que más aumentó sus emisiones entre los países industrializados, superando en siete veces a China y duplicando a Estados Unidos.

  • LAS CLAVES DEL PLAN

Según el informe realizado por el sindicato CCOO y la revista World Watch, son la agricultura, la ganadería y el transporte los sectores que más han contribuido a que Extremadura incumpla el protocolo de Kioto.

EN SEXTO LUGAR Así, se indica que el epígrafe de sector energético y del transporte representa el 27% de las emisiones, con un incremento del 81% entre 1990 y el 2002. Aquí, el estudio apunta directamente al transporte, al indicar que las emisiones del sector energético "son inexistentes, pues la totalidad de la electricidad procede de las dos centrales nucleares de Almaraz y las grandes centrales hidroeléctricas.

Las otras culpables del aumento de los GEI serían la agricultura y la ganadería, que representan el 48% de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en Extremadura. Mientras, la descomposición de los residuos supone el 5,6% del total.

Estos datos sitúan a la región como la sexta comunidad con más aumento de emisiones, sólo por detrás de Canarias, Baleares, Valencia, Madrid y Murcia.

Pero, además, los analistas apuntan a que ni siquiera se puede justificar el incremento de emisioncremento de emisioemento de emisiones en cuestiones como un mayor desarrollo económico. Así ocurre en España y también en el caso de Extremadura, ya que al comparar el porcentaje de emisiones extremeñas en el conjunto nacional con las cifras del PIB, se constata que la región aporta el 2,95% de los GEI nacionales, pero su producto interior bruto apenas es el 1,81% del total nacional.

Una situación similar se produce si se toman los datos de incremento de dióxido de carbono por habitante, donde Extremadura supone el 2,59%.

SALTAN LAS ALARMAS El informe advierte sobre lo que puede ocurrir si se sigue incumpliendo el compromiso de control de los GEI. De este modo, se pone el acento en la situación del pasado verano, que, para los autores del estudio, puede suponer un anticipo de las consecuencias del cambio climático, con olas de calor extremas y una sequía prolongada a la que sucedieron inmediatamente fuertes tormentas e inundaciones.

De manera especial, se pone el acento en los incendios que padecieron Extremadura y Cataluña, y en las muertes provocadas en todo el país por la ola de calor que, según las cifras oficiales, fueron 105, aunque los autores sitúan el número en 6.112, y acusan al Gobierno de ocultar los datos reales para evitar un debate como el que se ha suscitado en Francia.