La renta agraria regional descendió en el 2004 un 8,12% y el valor añadido bruto a precios básicos, que engloba las subvenciones recibidas, cayó un 8,36%, con lo que se volvió a niveles del 2002 tras un buen año agrícola como fue el 2003 gracias a las lluvias, y que arrojó unas cifras "excelentes", según el informe La agricultura y la ganadería extremeñas 2004 de Caja Badajoz. El estudio se presentó ayer por el presidente de la entidad, Juan Manuel Sánchez Rojas, y los coordinadores del informe, José Miguel Coleto y Enrique de Muslera, con motivo del Día Mundial del Ahorro.

Coleto destacó que la aportación de la agricultura extremeña a la economía nacional supuso el 5,42%, mientras que la del resto de los sectores no agrarios fue del 1,6%. También señaló que la producción descendió en valor monetario un 2,2% debido a una reducción del valor de las producciones un 7,12%, lo que fue compensado sólo en parte por una subida de las producciones ganaderas del 4,7%.

En su opinión, el 2004 fue año "de transición tras años de expansión en algunos sectores y con mayores consumos intermedios debido al aumento de precios del petróleo, fertilizantes y fitosanitarios", y también de "transición meteorológica", así como anunció que el 2005 será "un mal año, por la sequía".

Sánchez Rojas destacó el crecimiento económico regional, del 2,82%, igual que la media española; el aumento del empleo un 3% y de la convergencia de la región con la media española y europea, con 18 puntos desde 1995, frente a los 12 de media nacional. Insistió en que las cajas tienen el 61% de los casi 12.000 millones en depósitos y el 53% de los casi 13.000 en créditos de los extremeños, "lo que demuestra el dinamismo de nuestra economía". Y dijo que "Caja Badajoz destaca en rentabilidad, solvencia y solidaridad".

Por otro lado, el coordinador del estudio señaló el buen comportamiento, en la agricultura, del aceite de oliva y el tomate, que el arroz y el maíz se mantuvieron y el resto de sectores bajaron, como los frutales, con descensos en las cosechas y subida ligeramente de precios; o la uva.

En ganadería, el comportamiento fue muy desigual. Descendió la carne de bovino en producción y precios, se mantuvo la de ovino-caprino y el producto estrella fue el porcino ibérico, con un aumento de producción del 10,45%; y todos los tipos de animales de tronco ibérico tuvieron cotizaciones por encima del año anterior, con lo que la valoración nominal aumentó un 21,3%.

Enrique Muslera, coautor del informe, afirmó que "se avanza en la industria de transformación".