El arranque lluvioso del otoño ha permitido a los embalses extremeños reponer una buena parte de sus reservas, y sólo en el último mes han ganado 2.1.50 hectómetros cúbicos, el doble de la capacidad del pantano de Gabriel y Galán. Durante la última semana las presas de la región han continuado subiendo de nivel y han ganado 341 hectómetros cúbicos. Esta mejoría ha beneficiado especialmente a los embalses de la cuenca del Tajo, que ganaron 306 hectómetros cúbicos.

De este modo, y desde que empezasen las lluvias la cuenca que riega la provincia cacereña ha subido en 1.524 hectómetros cúbicos el nivel de agua embalsada, hasta alcanzar los 4.537 hectómetros cúbicos, el 71% de su capacidad.

El incremento en la cuenca del Guadiana ha sido algo más modesto. En las últimas cuatro semanas ganó 626 hectómetros cúbicos y ahora sus reservas están en 4.167 hectómetros cúbicos, el 53% de su capacidad. Además, las grandes presas de esta cuenca, a excepción de Orellana y García de Sola, están aún en niveles muy bajos. Así ocurre con Alange, que supera por poco el 40%; Cíjara, que está a menos del 42%, o La Serena, que no llega al 47%. También es delicada aún la situación de Tentudía (40%) o Cubilar (30%).

En la cuenca del Tajo la situación es más optimista, y pantanos como Alcántara o Valdecañas han sumado notables aportaciones en la última semana --152 y 137 hectómetros cúbicos respectivamente--. La excepción la constituye Gabriel y Galán, que pese a subir de nivel (16 hectómetros cúbicos) aún está al 35% de su capacidad.