Cuando parece que el sector agrario tiene garantizadas las ayudas de la PAC más allá del 2013, cuando el nuevo comisario europeo de Agricultura es del agrado de la mayoría del sector, otra guerra se abre en Extremadura; y todo por una subida salarial para los jornaleros de 37 céntimos al día y una cláusula de revisión de los sueldos. Estas dos circunstancias separan a las organizaciones agrarias y los sindicatos, que ayer rompieron la negociación del convenio del campo. La consecuencia: que los más de 65.000 jornaleros seguirán ganando lo mismo que hasta ahora por su trabajo. La situación es tal que incluso CCOO está pensando acudir a los tribunales para denunciar esta ruptura después de que, según dice, ya hubiera firmado un preacuerdo con esas condiciones. La negociación comenzó hace seis meses y acaba con las partes tirándose los aperos a la cabeza .

La patronal (las organizaciones agrarias UPA-UCE, Apag, Coag y Asaja) asegura que no puede asumir una subida salarial debido a la crisis del sector y cuando se están reduciendo y congelando sueldos en otros ámbitos económicos; pero sobre todo rechazan de plano esa cláusula propuesta por los sindicatos para revisar los salarios un 0,75% si el IPC supera la subida mínima propuesta del 0,8% (los 37 céntimos mencionados), con lo que la subida generalizada sería del 1,55%, algo inasumible para ellos, insisten. Sin embargo, los sindicatos consideran "una tomadura de pelo" rechazar el convenio "por 37 céntimos" y creen que las Opas se amparan en la crisis para no querer revisar los salarios.

Ambas partes se volvieron a sentar ayer en la mesa después de varios intentos sin éxito por llegar a un acuerdo, pero todo acabó con la ruptura de la negociación. Las organizaciones agrarias reiteran que propusieron incluso una subida salarial del 0,9%, una décima más que lo que se había fijado, pero la cuestión que ha enquistado todo es la condición indispensable para los sindicatos de una cláusula de revisión salarial a partir del 2011, algo que rechaza la patronal. Ambos insisten en que han cedido todo lo que han podido, pero "no se nos puede pedir que subamos más los salarios, porque la situación ha cambiado y nunca habíamos pensado que la Administración iba a recortar un 5% los salarios y a congelar las pensiones", comentó ayer Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE. "No es por la cantidad, es el efecto, no podemos ir a contracorriente de lo que sucede en España", apunta Bibiano Serrano, presidente de Apag Extremadura Asaja.

Además, lamentan que los sindicatos se hayan limitado a esta cláusula y no hayan tenido en cuenta, según denuncian, ni la subida salarial ni otros aspectos de gran importancia dentro del convenio, como la protección de riesgos laborales o la aplicación de la igualdad en los términos del convenio (caso de no utilizar solo términos masculinos como tractorista, apuntan). Estos son asuntos en los que había ya acuerdo para firmar un convenio que fuera interesante para los jornaleros y los agricultores.

INDIGNACION SINDICAL Precisamente ese preacuerdo es al que se agarra CCOO para anunciar que podría acudir a los tribunales a denunciar el caso, y tiene la impresión de que "va a haber conflicto", aunque, "sin descartar nada", no quiere hablar por el momento de la posibilidad de convocar una huelga. Según el secretario general de la Federación Agroalimentaria de CCOO, Santiago Candelo, las organizaciones agrarias "quieren relacionar el convenio con la situación de crisis, pero mucho peor están los jornaleros, que no deben ser los paganos de esa situación".

Desde UGT, su colega Raquel López califica como "una tomadura de pelo" la postura de las organizaciones agrarias, "que no firman el convenio por 37 céntimos". En su opinión la cláusula de revisión salarial es vital porque de lo contrario "no se garantiza nada a los trabajadores, que perderían poder adquisitivo".

Ambos dirigentes recuerdan que es un convenio de mínimos y que los jornaleros apenas ganan 700 euros al mes.