El hallazgo por parte de un vecino de una mano dentro de un bote de cristal y varios huesos en el basurero de La Roca de la Sierra causó un enorme revuelo en el pueblo el pasado domingo, al pensarse inicialmente que se trataban de restos humanos.

Tras dar parte a las fuerzas del orden, se personaron en el lugar agentes de la Policía Judicial y el juez de guardia, quienes estuvieron en la escombrera durante cuatro horas, según informó el alcalde de la localidad, Alfonso González. El análisis de los restos confirmó el lunes que la mano era de un maniquí y los huesos, de un animal indeterminado, según confirmó ayer la Delegación del Gobierno en Extremadura.

González declaró que, tras el susto inicial, dado que la textura de los restos parecía humana, la anécdota ya ha dado lugar a chistes a lo largo y ancho del municipio.