Las personas que quieran comprar un melón en estos días, una de las frutas típicas del verano, tendrán que tener cuidado, porque hay una partida de 2.000 kilos de melones del tipo piel de sapo que ha sido robada y que no es apta para el consumo humano.

La voz de alerta la ha dado la Delegación del Gobierno de Extremadura, que en un comunicado avisa a los consumidores que el producto podría ser vendido en puestos ambulantes o en los mercadillos de las distintas localidades de la región en los próximos días.

El robo de estos melones se produjo el pasado viernes de una finca situada en la pedanía de Vivares, Don Benito.

De esta finca, los ladrones sustrajeron estos 2.000 kilos de melones que previamente habían sido tratados con una sustancia peligrosa para el consumo.

Ante esta situación, la Delegación del Gobierno advierte que la fruta no cumple las condiciones sanitarias y que por tanto no se puede comer.