NACIMIENTO 1965 EN MADRID

FORMACION MATEMATICAS POR LA AUTONOMA DE MADRID

TRAYECTORIA 17 AÑOS EN MICROSOFT. EMPEZO COMO DIRECTORA DE SOPORTE TECNICO. PASO SIETE AÑOS EN LA CENTRAL DE ESTADOS UNIDOS. DESDE HACE DOS AÑOS PRESIDE MICROSOFT ESPAÑA

La presidenta de Microsoft acudió ayer a entrevistarse con el presidente de la Junta "sin ideas preconcebidas" para buscar líneas de actuación "que luego se concreten en fórmulas de colaboración". Su premisa es que quien sabe a dónde quiere ir Extremadura "es su presidente, no Microsoft". De este primer encuentro se lleva la impresión de haber tratado con una persona "amable, muy inteligente y con ideas claras".

--¿Tiene la impresión de que Extremadura es ´territorio hostil´ para Microsoft por su apuesta por el software libre?

--De ninguna manera. No he visto ninguna comunidad en la que todo el software que utilice sea de Microsoft. Casi todas utilizan de varios, incluidos el libre. Sé que siempre ha gustado sacar esa imagen de un enfrentamiento que por parte de Microsoft nunca ha habido. Lo que creo es que en este momento la Junta está buscando socios o cómplices para una sociedad mejor y todos los que quieran ayudar serán bienvenidos. No percibo hostilidad.

--¿Cree que la sociedad extremeña y su Gobierno están por Linux o por Windows?

--En general, en la sociedad, cuando uno tiene que comprar un ordenador el 95% lleva alguna versión de Windows. En cuanto a la Junta, en algunas se usa Windows y en otras, particularmente en la educación, hay una apuesta clara por el software libre como una forma de enseñar a los niños no solo informatica sino también que puedan programar.

--¿No se utiliza entonces Linux para ahorrar en licencias?

--También. Pero una de las reflexiones que le hacía al presidente es que cuando uno habla de software no hay que quedarse solo en lo que es la implantación de las licencias, sino mirar todo el entramado: cuánto cuesta la licencia, el soporte de esa licencia, la formación, tener las licencias actualizadas... También cuánto cuesta en oportunidad que esas licencias tengan algunas funcionalidades que otros productos no tienen. Le decía también al presidente que dependiendo de cada cliente y cada solución, las hay mejores y peores, no hay una regla estricta que diga que siempre sea mejor con uno u otro. Hay que comparar, porque las respuestas no son obvias, porque si fuera tan obvio que por no pagar licencia iba a ser más barato, los bancos usarían el software libre, y no es así, utilizan nuestra tecnología.

--¿Entonces es mejor el software bajo licencia?

--Lo que intentamos explicar es que no hay verdades absolutas, que hay una verdad para cada una de las cosas. Así, nosotros como ciudadanos y la Junta como Administración podrán elegir en cada momento lo mejor.

--Pero usted ha criticado ciertas actuaciones, diciendo por ejemplo que llenar las aulas de ordenadores era empezar la casa por el tejado, porque faltaban contenidos.

--Es algo que dije que vale para toda España. Hace cinco años estaba el gran boom de comprar ordenadores y ordenadores para las escuelas. Recuerdo que los dos partidos, antes de las elecciones, pidieron opiniones, entre ellas la mía sobre su proyecto. Entonces dije lo mismo que ahora: la tecnología no es lo más importante en la educación, lo más importante son los maestros.

--¿Qué habría que hacer?

--Si a un maestro le ponemos un ordenador pero no le enseñamos a usarlo para mejorar la enseñanza, lo que tenemos es que el ordenador es algo que hace que los niños no puedan ver la pizarra. Si al maestro se le forma y se le dan contenidos educativos, él, que está muy interesado en mejorar la educación de sus alumnos, hace florecer el ordenador y lo convierte en una herramienta pedagógica. Esto valía para todas las comunidades autónomas que durante un tiempo pensaron más en que si pongo ordenadores lo puedo medir, cuántos he comprado, pero medir cuántas horas de formación he dado a los maestros es más complicado.

--¿Le han hecho caso?

--Espero que sí. Nuestra propuesta sigue siendo la misma: al maestro hay que cuidarlo, guiarlo, ayudarlo a cambiar, porque la educación ya no es la del siglo XIX, basada en la memorización. En el siglo XXI lo más importante es innovar, y lo que debe enseñarse es a tener un pensamiento individual, a leer y resumir, a presentar en público, a trabajar en equipo, porque la innovación no es sólo técnica, sino también de procesos. En ese sentido la educación es distinta, porque el profesor no es ya esa persona que se lo sabe todo y los alumnos repiten lo que se sabe el profesor, sino alguien que acompaña a los niños en el proceso de aprendizaje, enseñando a leer, a entender, a crear algo nuevo, y para eso está muy bien la tecnología, porque cuando los niños hacen eso manejan tanto la información básica que la recuerdan mucho más, porque no se la preparan sólo para un examen.

--¿Qué le ha parecido al presidente su planteamiento?

-- Con él hemos abordado tres cuestiones fundamentales, que luego habrá que concretar. En primer lugar, el presidente nos ha dicho que no quiere una Extremadura de dos velocidades donde se queden atrás las personas por edad, condición social, sexo, conocimientos técnicos..., por lo que es básico que el desarrollo de la sociedad del conocimiento sea igualitario. La segunda es que trabajemos en I+D y en empresas de nueva economía. La tercera es que Extremadura quiere ser también solidaria en esta cuestión con el continente más abandonado que es Africa. Le hemos explicado qué estamos haciendo en alfabetización tecnológica, formando 50.000 personas al año fundamentalmente mujeres y jóvenes poco cualificados. También le hemos hablado de nuestros centros de innovación y le hemos explicado que nuestro software es muy sencillo y por ello muy integrador, y también que es muy accesible, lo que coincide mucho con esa teoría de evitar la doble velocidad. En I+D es que hay posibilidades en temas de empleo y creación de centros de innovación locales. Esas serán las líneas de trabajo para explorar.