El sistema sanitario público asumirá a partir del próximo año los tratamientos para abandonar la adicción al tabaco. Según explicó la ministra de Sanidad, Ana Pastor, en el Senado, estas terapias se incluirán como una prestación más en el Sistema Nacional de Salud (SNS), una vez que se apruebe en el consejo interterritorial que se celebrará este mismo mes.

Esto supondrá que el ministerio deberá incrementar su asignación a Extremadura por las transferencias sanitarias en, aproximadamente, 4,2 millones de euros anuales, según explicó el secretario del Plan Regional sobre Drogas, Carlos Martín Araujo, quien señaló que del total de fumadores extremeños (unos 300.000) "alrededor del 10% están dispuestos a dejarlo". El coste de la parte farmacológica de la terapia estaría en unos 140 euros de media.

TRATAMIENTO MULTIPLE En cuanto al tipo de tratamiento, Martín Araujo comentó que la evidencia científica indica que lo más efectivo es utilizar a la vez medios como la asistencia psicológica, los fármacos --no en todos los casos--, la autoayuda y los consejos médicos, "con lo que se logra una eficacia de entre el 35% y el 45% de éxito", medido en pacientes que superan el año de abstinencia.

Respecto a los medicamentos que se utilizarían, el responsable del Plan sobre Drogas manifestó que van en dos direcciones. De un lado estarían las Terapias Sustitutivas de la Nicotina (TSN), "porque este componente provoca una alta dependencia, y el cuerpo se queja cuando se le priva de ella", donde se incluirían los conocidos parches, pastillas o chicles de nicotina.

MEJOR INTENTARLO Por otra parte, existe un tratamiento más novedoso y que está demostrando gran eficacia, a base de bupropion, un antidepresivo "que ayuda a superar el deseo imperioso y puntual de consumir".

Otro aspecto muy importante de la nueva prestación es que se haría desde la Atención Primaria, en los propios centros de salud, donde se evaluaría al paciente, ya que hasta ahora los tratamientos se realizan en los centros de drogodependencia (Cedex), donde, por la limitación de recursos, sólo se pueden atender los casos más graves.

En cualquiera de los tratamientos que se elijan, Martín Araujo resaltó la importancia de que el fumador tenga verdadera voluntad de superar la adicción "y no se rinda ante el primer fracaso". Contra la creencia general, explicó que "cuantos más intentos se hagan, más posibilidades de éxito se tendrán".

Así, comentó que "no hay que venirse abajo por recaer esporádicamente, porque la lucha para dejar el tabaco es larga, y durante el proceso pueden darse fases en las que diversas circunstancias o estados de ánimo hagan que se vuelva a fumar, pero esto es asumible y puede solventarse con una evaluación de la situación por el especialista".