El Servicio Extremeño de Salud (SES) controló el pasado año 1.999 establecimientos de comidas preparadas, dentro del programa de calidad sobre el control sanitario que se viene realizando desde el 2005. La gran mayoría de ellos, en total 1.692, recibieron la consideración de aceptables, al entender que el riesgo sanitario es bajo. Sin embargo, se detectaron 71 cuyas condiciones sanitarias desaconsejan el consumo de alimentos en sus dependencias, al considerar que la probabilidad de provocar un riesgo sanitario es alto.

En estos casos la Consejería de Sanidad adoptó contra estos establecimientos las medidas de protección oportunas para evitar que continuaran con su actividad en tales condiciones. Asimismo condicionó a la adopción de medidas de mejorar la aprobación a otros 246 locales.

Estas inspecciones, que llevan a cabo sanitarios, veterinarios y farmacéuticos de los centros de salud de la región, se realizan en centros escolares, hospitales, residencias de ancianos, restaurantes, albergues, hamburgueserías, hoteles, empresas de catering, etc.

Su misión es examinar y comprobar las condiciones higiénicas en las que se realiza la elaboración y preparación de las comidas. Los aspectos en los que se fijan son los relacionados con las condiciones de limpieza y mantenimiento de instalaciones, equipos y útiles de trabajo. También se tiene en cuenta la higiene de los procesos de elaboración de las comidas, desde las materias primas hasta la eliminación de los restos o subproductos pasando, evidentemente, por todas las fases intermedias, como el mantenimiento a temperatura adecuada, transporte, manipulación, tiempos de tratamiento, etc.