El Servicio Extremeño de Salud envía a Francia los residuos radiactivos de los hospitales regionales, según explicó a EL PERIODICO Juan José Peña, jefe del Servicio de Radiofísica del Infanta Cristina , por lo que el SES no se ha visto afectado por el conflicto que ha mantenido cerrado durante más de dos meses el cementerio nuclear de El Cabril (Córdoba).

Peña señaló que los componentes radiactivos de los equipos de radioterapia que se deterioran o pierden funcionalidad, como las pastillas de cobalto que se usan para tratar los tumores cancerígenos, son recogidos por una empresa que los transporta a un almacén francés, desde donde "parece ser que se reutilizan bajo cuerda en algunos países del Este".

Este procedimiento se usa con las fuentes radiactivas de media intensidad, cuyo periodo de desactivación nuclear ronda los cinco años.

Además, para los residuos de baja actividad, donde se incluyen materiales como ampollas o kits de tratamiento que hayan estado en contacto con material radiactivo, así como la orina y heces de enfermos tratados con radioterapia, el propio hospital regional de referencia cuenta con un sistema de descontaminación y eliminación.

Así, el jefe de Servicio de Radiofísica explicó que estos desechos se almacenan en cuatro depósitos ubicados en el sótano del Infanta Cristina , "donde permanecen hasta que pierden actividad, esto es, aproximadamente un mes".

Cuando se logra esta descontaminación por el simple procedimiento de esperar a que la fuente radiactiva se agote, los residuos líquidos, tras comprobar que sus radiaciones están cien veces por debajo del límite legal, se vierten a la red de saneamiento mezclados con agua para diluir aún mas su actividad.

Con los sólidos el proceso es similar, eliminándose en los vertederos donde se trata el resto de desechos de hospital.