Las lluvias y el sol con los que arrancó este otoño ha animado al sector del ibérico, que confía en una montanera de calidad. Aunque durante los próximos dos meses no dejarán de mirar al cielo y de encomendarse a que el tiempo sea "razonablemente normal": con lluvias pausadas, algo de sol y un frío que no sea extremo. Se prevé una buena montanera aunque no sea especialmen-te abundante, porque esto último tampoco es el factor determinante.

Por el momento las lluvias han caído con pausa y la hierba ha salido bien para acompañar a la bellota, que por ahora cae poco a poco. Eso garantiza que el animal pueda comerse el fruto maduro, pero que encinas y alcornoques tengan aún existencias sin madurar que puedan ir desprendiéndose poco a poco durante las semanas que los cerdos deben pasar aún en la dehesa, hasta enero o febrero.

Hay buena perspectiva, pero desde el sector reconocen que una buena perspectiva se puede truncar por el capricho de la climatología: "si se prolonga el calor, puede complicar la situación, porque el folículo que une la bellota al árbol se reblandece y la bellota cae antes de tiempo al suelo", explica Alvaro Rivas, técnico de la denominación de origen extremeña.

No es el único factor que puede acabar con la temporada, de hecho no es lo habitual en la época en la que se desarrolla

--entre octubre y enero--, sino más bien el agua, la lluvia, el viento, el pedrisco o la nieve.

La mejor montanera que se recuerda de los últimos años fue la de 2013, porque se alargó mucho en el tiempo y la bellota fue cayendo poco a poco hasta el mes de marzo. "El cerdo estuvo durante mucho tiempo alimentándose en la dehesa en las barbas de bellotas que iban generándose con la caída progresiva de los frutos", recuerda Rivas. Será difícil alcanzar esas cotas, pero al menos se espera que la lluvia haga acto de presencia en las próximas semanas, de nuevo de forma pausada, sin encharcar las fincas, y que no llegue un vendaval que arranque del árbol todos los frutos de una vez, estén maduros o no.

Para ver cómo se desarrolla todo eso miran ya al cielo decenas de fincas en la región, entre ellas las 260 que se han inscrito en la denomina- ción de origen y de las que se prevé que salgan unos 28.000 cerdos con el ibérico de la más alta calidad de la región. No en vano, durante los próximos días se alimentarán del 'santo grial' de la dehesa, para convertirse después en un bocado de dioses.