El sector agrario perdió 600 millones de euros en el último semestre, según la organización agraria APAC, que anuncia que volverán a salir a la calle en febrero si las administraciones no adoptan medidas contra la crisis económica.

Según recoge la agencia Efe, el presidente regional de APAG, Bibiano Serrano, indica que la agricultura y la ganadería ocupan a la mayoría de la población activa extremeña, de modo que unas ayudas directas al sector permitirían a la región superar la crisis.

Según Serrano, las organizaciones agrarias redactarán en breve una tabla reivindicativa en la que exigirán a la Junta y el Gobierno central un plan de financiación especial, una rebaja de hasta el 0 por ciento de los impuestos y el desacoplamiento total del chequeo médico de la Política Agraria Común (PAC) en subsectores como el vacuno, caprino y olivar.

También exigirán un plan específico que fomente la industria y la agroindustria, ya que la mayoría de las materias primas salen de Extremadura sin transformar, como es el caso de los cerdos ibéricos, de los que 83 de cada 100 ejemplares son sacrificados fuera de la región.

Todos los sectores, detalla Serrano, excepto los cultivos frutícolas, el arroz y el tomate, han sufrido una bajada de entre el 40 y el 60 por ciento de su precio en origen, como la aceituna de verdeo y de molino, uva, cereal, y el ovino, vacuno y porcino.

Mientras tanto, el responsable de APAG aclara que han tenido que hacer frente a la "tremenda" subida de los costes de producción, como los fertilizantes, que han experimentado un aumento de hasta un 160 por ciento, y los productos fitosanitarios, piensos y repuestos de maquinaria, cuyo coste ha aumentado un 40 por ciento. Estos productos han encarecido los costes de producción en unos 210 millones de euros, según los datos de APAG.

Los problemas de los productos agrarios, que ya comienzan a ser endémicos, se han acentuado con la desaceleración económica y los productores comienzan a abandonar sus explotaciones por falta de liquidez.

Por todo ello, el campo extremeño ha firmado su "sentencia de muerte", mientras que las ayudas europeas desaparecen y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no se compromete a ofrecer un plan de choque, como ya ha hecho en sectores como el automovilístico, apostilla Bibiano Serrano.