La economía extremeña crecerá en 2016 un 2,5 por ciento, apoyada sobre todo en los servicios y, en menor medida, en la industria, un porcentaje similar previsto para 2017, en un contexto en el que la mejora del sector industrial se verá contrarrestada por el deterioro de la construcción.

Según las previsiones económicas para las comunidades autónomas 2016-2017 de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), el Producto Interior (PIB) per cápita aumentará en 2016 menos que la media este año por el escaso crecimiento económico, aunque en 2017 lo hará por encima por un crecimiento mayor que la media y un descenso demográfico también superior a la media.

En cuanto al empleo, en términos de Encuesta de Población Activa (EPA), aumentará un 1,3 por ciento en 2016 y un 1,4 por ciento en 2017.

Ese descenso del desempleo será en parte mitigado por el incremento de la población activa, de modo que la tasa de paro se situará en el 28,2 por ciento este año y el 27,4 por ciento el año próximo.

En España, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunitat Valenciana, Galicia, Madrid y País Vasco serán las regiones que crecerán por encima de la media del 3,1 por ciento este año, seguidas de regiones como Aragón o Navarra.

La mayoría también superará la media el próximo año, según ha pronosticado hoy Funcas, que añade que en estos dos años en los que se prevé una desaceleración para el conjunto del país, que ya se ha empezado a notar en algunos indicadores de demanda, producción y empleo, estas comunidades resultan especialmente beneficiadas por el turismo o la diversificación de su estructura productiva.

Por contra, las comunidades menos dinámicas serán Asturias, Cantabria, Castilla y León y Extremadura, ya que por su ubicación estas regiones, relativamente rurales o con tejido empresarial especialmente castigado por la crisis, no consiguen aprovechar el auge exportador, además de que tienden a perder población.

En términos de PIB per cápita, las desigualdades territoriales se mantendrán en 2016-2017 y la distancia respecto a la media entre las comunidades más ricas y las más pobres apenas variará pese a la actual recuperación y después de que durante la fase expansiva (2000-2007) las regiones más desfavorecidas crecieran por encima de la media nacional y durante la recesión (2008-2013) el proceso de convergencia se revirtiera.

La evolución en materia de empleo también será dispar, ya que ene 2017 Navarra será la única comunidad cuya tasa de paro baje del 10 por ciento, mientras que en cuatro regiones -Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha y Extremadura- el desempleo se mantendrá por encima del 20 por ciento.

En diez años, las desigualdades territoriales se han agudizado, ya que en 2007, antes de la crisis, la tasa de paro más elevada era del 13 por ciento (Extremadura) y la más baja del 4,7 por ciento (Navarra), una diferencia de 8,3 puntos porcentuales.

En 2016, la tasa de paro supera el 25 por ciento en cinco comunidades (Andalucía, Canarias, Extremadura, Ceuta y Melilla) y se sitúa por debajo del 15 por ciento en otras cinco (Aragón, Baleares, Navarra, País Vasco y La Rioja).