Llegan las navidades, un cumpleaños o el próximo San Valentín y a alguien se le ocurre que un perro es la mejor opción para el otro. Las cifras de adopciones aumentan como la espuma, pero también son muchos los que tras meses --o incluso semanas-- desechan la experiencia con animales por cuestiones personales y se deshacen de su can. Según el informe que maneja el Ministerio de Agricultura sobre la situación de los animales en el país, en 2014 --último año analizado-- se abandonaron 106.781 perros en España. Si bien es cierto, es la cifra más baja del histórico desde 2008, con 118.227, aunque la variación sea mínima año tras año. Gran parte de esos animales acaba en las perreras municipales, bien porque son abandonados, o bien porque es el propio dueño el que se traslada al espacio para depositar al ejemplar que no quiere.

En el país hay alrededor de 300 protectoras que se encargan de buscar una segunda oportunidad a estos animales, casi una decena de ellas están repartidas en Extremadura. Estos centros pueden ser de gestión pública o privada. En 2014, los centros de gestión pública recibieron más de 6.000 animales y los de gestión privada entre 1.800 y 2.000. En el caso de Extremadura, son abandonados alrededor de 3.000 perros al año (datos de 2014). Estos son las cifras que se desprenden del informe del gobierno central, pero Laura Varaldi, responsable del Refugio San Jorge, entidad que gestiona la perrera de Cáceres, estima que tanto el número de animales abandonados en centros es muy superiores.

En ese sentido, la responsable del Refugio San Jorge destaca que desde principio de año ya han entrado 18 perros nuevos --hay 80 ahora, 21 de ellos galgos-- y al año llegan alrededor de 500 solo a Cáceres. «Este año no hemos tenido muchas adopciones». En ese sentido, destaca que la primavera es la época de más abandonos y porque las hembras entran en celo y cuando nacen los cachorros se deshacen de ellos.

El caso de Badajoz parece rozar la alarma. La perrera alberga ahora 25 ejemplares. En este momento, el colectivo SOS perrera Badajoz trabaja a contrarreloj esta semana para evitar el sacrificio de alrededor de una decena de animales. En ese sentido, Patricia Cordón, responsable del colectivo que también trabaja para conseguir la gestión completa de la perrera que ahora pertenece al ayuntamiento, asegura que la saturación no es problema. De hecho, añade que este año pasado han recibido menos animales. Achaca esta bajada al cambio de veterinario. El motivo estriba en el tiempo que llevan algunos ejemplares en el centro. «Los perros de presa son muy difíciles de dar en adopción», argumenta y asevera que harán presión para encontrar una solución antes del 20 de febrero.