Segunda víctima mortal por un accidente laboral en tan solo cinco días. Un joven de 23 años, Fernando Nicolás Rodríguez Fornier, falleció el viernes, a las 19.20 horas, mientras trabajaba de turno de tarde en las instalaciones de la Central Nuclear de Almaraz.

El trabajador de la empresa Cyma SL, que realiza labores de mantenimiento de obra civil e infraestructuras en la nuclear desde hace 10 años --aunque bajo otra denominación llevaba 15 años realizando el mismo servicio--, desempeñaba desde hacía poco más de un mes la labor de segundo oficial de apoyo al almacén. "Se encargaba del recuento y suministro de materiales a distintos puntos de la planta", confirma Prudencio Pérez, responsable de Prevención y Riesgos Laborales de la empresa subcontratada.

Precisamente, en el momento del accidente el joven, actor de profesión, conducía una carretilla elevadora con la que se disponía a coger una bobina de un camión, pero por motivos que se desconocen la carretilla volcó y cayó sobre él atrapándole. Los servicios médicos de la central acudieron rápidamente al lugar pero solo pudieron confirmar su muerte, puesto que falleció en el acto, según Pérez. La maniobra se realizaba en el exterior de la plante, dentro de la denominada zona controlada, en una explanada grande donde se acopia el material. "No entendemos qué ha podido suceder para que la carretilla volcara puesto que no era un trabajo complicado y además se realizaba en una zona despejada", insiste el responsable de Cyma.

La central de Almaraz mantiene una mayor actividad laboral desde la semana pasada, cuando comenzó la recarga de la Unidad II que se aprovechará también para aumentar su potencia. Por este motivo la nuclear contrata a 1.500 trabajadores más de los habituales. Entre otras, Cyma también aumenta su plantilla, pero el joven fallecido entró en la empresa antes de estas labores aunque con motivo de la intensa actividad que se prolongará durante las próximas nueve semanas. Era la primera vez que trabaja con Cyma. Antes de iniciar su labor recibió la formación necesaria para desempeñar el puesto de segundo oficial de apoyo a almacén. "La formación y las medidas de prevención están multiplicadas por diez en la central y se cumplen estrictamente", señala Pérez.

La empresa y la central, que no vio mermada su actividad por el suceso, mostraron ayer su más sentido pesar por lo sucedido, mientras elaboran un informe para determinar las causas del siniestro. El cuerpo sin vida de Rodríguez fue trasladado, tras el levantamiento del juez, al cementerio de Navalmoral para practicarle la autopsia. En esta localidad, donde residía su novia, se hospedaba mientras trabajaba en la central. En la mediodía de ayer el cuerpo fue trasladado a Badajoz, su ciudad natal.

Esta es la segunda muerte en menos de una semana ocurrida durante una jornada laboral en la región. El lunes, otro joven, casualmente también de 23 años, perdió la vida tras desplomarse el techo de un antiguo silo en el que trabajada en Jerez de los Caballeros. En este siniestro resultó herido grave otro trabajador. Con estas dos muertes, la región registra un mal dato de siniestralidad laboral en lo que va de año, al menos son ya trece los fallecidos cuando en todo el 2009 solo fueron cinco.