Seguridad Ceres, empresa que fue declarada en concurso de acreedores en mayo del año pasado, ha entrado en fase de liquidación. «Dentro del sector se la daba ya por desaparecida. Es una pena porque es una empresa extremeña que ha tenido un gran volumen de trabajo», lamentó ayer Juan Ignacio Bazaga, del sindicato USO. La empresa llegó a tener «entre 350 y 400 trabajadores» y presencia en otras provincias fuera de la región. En el lado positivo, este responsable sindical resaltó que la mayor parte de su plantilla se ha subrogado «con las mismas condiciones» a las empresas que se han hecho cargo del servicio que prestaba Seguridad Ceres. Sin embargo, precisó, «el problema es que hay compañeros a los que se les debía dinero».

A juicio de Bazaga, situaciones como la de Seguridad Ceres o Vigilantia evidencian «cómo está el sector de la seguridad privada». En este sentido, incidió en que «sería «fundamental que volviera nuevamente el contrato marco de empresas de seguridad, que permitía homologar las que podían trabajar con la Junta y a qué precio». También, apostilló, hacia posible «exigir en cada uno de los contratos públicos el obligado cumplimiento del convenio sectorial».