Muy a menudo, encontramos en el buzón de entrada de nuestro correo electrónico multitud de presentaciones en power point que contienen fotografías sobre el más difícil todavía . En algunas de ellas, incluso podemos observar imágenes tercermundistas de increíbles transportes de sofás en bicicletas, andamios de veinte metros sobre endebles cañas de bambú, animales transportados en motocicletas, y un largo y escabroso etcétera.

Lo que a algunos les hace gracia y lo envían para el entretenimiento de muchos, para otros es un problema bastante grave, pues estas imágenes hacen referencia a la cruel y dura realidad del mundo del trabajo.

Imagen de una realidad es un libro editado por UGT Extremadura en el que se denuncia la situación límite a la que muchos trabajadores se enfrentan en su rutina laboral. El libro revela el frecuente incumplimiento que se produce en la región en materia de riesgos laborales. Y lo hace a través de imágenes del día a día del trabajo de los extremeños con las que pretende concienciar a la sociedad para la adquisición de una cultura de cara a la prevención de riesgos laborales.

La Asamblea de Extremadura acogió la presentación de esta publicación. En el acto intervinieron el secretario regional de UGT, Miguel Bernal, el secretario de Atención y salud Laboral de UGT Extremadura, Jacinto Romero, y el propio presidente del parlamento regional, Juan Ramón Ferreira.

Más de cien páginas ilustradas, en las que ha primado la imagen puesto que "vale más que mil palabras", según manifestó Bernal, quién añadió que en nuestra región de producen a diario una media de 136 "desgraciados casos de accidentes laborales" de los cuales, 72 terminan en baja.

Según apuntó Bernal, en el 2007 se produjeron en la región 33.767 accidentes ligados al ejercicio de la profesión, que tuvieron como consecuencia 17.753 bajas y 26 fallecimientos. A pesar de estas cifras, Extremadura se encuentra entre las regiones europeas con menor índice de siniestralidad laboral.

En nuestra región, según el portavoz sindicalista, existe "una de las mejores leyes europeas para atajar este problema, así como profesionales cualificados, estructuras y estrategias regionales de sensibilización". Sin embargo, los datos apuntan que algo está pasando. "Fallamos todos", manifestó Bernal en referencia al grado de responsabilidad que corresponde a cada actor social respecto a la siniestralidad en el trabajo.

Una responsabilidad que, a su juicio, atañe en primer lugar al empresariado extremeño, el cual tiene que "cumplir la norma" pero también "hacerla cumplir a los trabajadores". En segundo lugar, a los servicios técnicos, a la que se le debe exigir "la máxima profesionalidad", y a las mutuas aseguradoras.

El sistema sanitario, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado --que deben velar por el cumplimiento de la normativa--, e incluso los sindicalistas y los propios trabajadores, son otros de los agentes sociales que considera que deben implicarse en la solución de este problema.

Un libro "costumbrista", porque la accidentalidad laboral se produce de manera cotidiana y un libro cuya pretensión primordial es "remover conciencia y aglutinar esfuerzos" contra una lucha complicada y difícil.

En esa línea se expresó el secretario Laboral de UGT, Jacinto Romero, que reconoció que más allá de la denuncia, el libro es un instrumento de concienciación que muestra a los trabajadores y las trabajadoras que la salud también se defiende. Por su parte, Ferreira señaló que se trata de un problema de "educación" que tiene que hacernos reflexionar y sobre el que hay que trabajar.

Las imágenes muestran con gran elocuencia los incumplimientos que se registran en los lugares de trabajo de todos los sectores.