Hace justo seis décadas cuando el colegio público Virgen de Argeme de Coria -hoy convertido en uno de los emblemas de la comunidad educativa-, empezaba a dar sus primeros pasos. Fue justo el 19 de septiembre de 1954 cuando se inauguraban las clases que por primera vez abrieron sus puertas para acoger a los primeros alumnos. Un acontecimiento que, incluso, quedaría plasmado en el periódico local editado de aquella época. Lengua Española, Aritmética, Historia de España, Historia Sagrada, Doctrina Cristiana, Ciencias de la Naturaleza, Formación Político-Social, Formación del Hogar -para niñas-, Lecciones Conmemorativas, Formación Familiar y Social, Higiene y Conmemoraciones Escolares eran las primeras materias que quedaban grabadas en las antiguas pizarras de tiza, hoy sustituidas por modernas pizarras digitales donde se imparten las más modernas enseñanzas de educación infantil, primaria y 1º de la ESO.

Con la puesta en marcha de este centro educativo, el primero en Coria, se hacía realidad un sueño que desde 1924 llegó a ser demandado no solo por los propios ciudadanos, sino también por los dirigentes republicanos en los años 30, que ayudaron a conseguir tal reto junto con la decidida intervención en 1954 de José Fernández Hernando, el que fuera director general de Administración Local, así como del ayuntamiento, presidido por aquel entonces José María Francisco Cárdenas. Precisamente, fue la corporación municipal presidida por Cárdenas la que adelantó de su bolsillo la cantidad de 155.000 pesetas como garantía para la ejecución de la obra, según se recoge en el libro elaborado en un Seminario de Investigación sobre la Historia de la Educación en Extremadura que se hizo con motivo del 50 Aniversario del colegio y que dirigió el que fue director del mismo Vicente Calderita Chaparro, desde 1995 hasta el 2008.

El edificio lo construyó la empresa Rodas Calderón, en base a un diseño del arquitecto Hurtado Collar, sobre 5.000 metros cuadrados cedidos por el consistorio. Su construcción costó 1.500.000 pesetas, de las que la Administración local aportó 500.000. Se levantaron dos plantas incomunicadas entre sí y con entrada por distintas puertas: por la norte accedían 280 niños con sus siete maestros, y por la zona sur entraban 280 niñas con sus seis maestras. Las clases se impartían de lunes a sábado, inclusive, y el alumnado recibía una educación nacional católica.

Con los años, se continuó con las líneas del Ministerio de Educación de 1953 y en el que se impartían Lengua Española, Aritmética, Geometría, Geografía, Historia de España, Historia Sagrada, Doctrina Cristiana, Ciencias de la Naturaleza, Formación Político-Social -para los niños-, Formación del Hogar -para las niñas-, Lecciones Conmemorativas, Formación Familiar y Social, Higiene, Conmemoraciones escolares. Unas materias que se aprendían en un único libro La Enciclopedia Alvarez . También se empleaban los históricos cuadernos de Caligrafía Rubio, los problemas de matemáticas Rubio y el Catecismo de la Doctrina Cristiana. De hecho, la vida escolar giraba en torno a dos ejes: la religión y la nación, por lo que Calixto García -director por aquel entonces- ordenó, tal y como recoge el acta del claustro del 10 de abril de 1957, que "a partir de mañana se dedique media hora diaria a preparar a los niños para la comunión, que se haga en el mes de María y que la Santa Misa marque el comienzo del curso, la celebración del Día del Maestro y las reuniones de los Centros de colaboración".

Con el paso del tiempo, la llegada del regadío en el Valle del Alagón conllevó el incremento de la población en Coria que coincidió con la ampliación de la escolaridad obligatoria hasta los 14 años. A partir de ahí, se decide crear dos nuevas unidades de primaria llegando en 1965 a alcanzar las 18 unidades con una ratio de 41,7 alumnos, algo que no eliminó el problema. Seguidamente, se propone la ampliación del edificio en una tercera planta, una obra que se alargó hasta septiembre de 1967 y ya en 1969 se contaba con 1.000 alumnos y 26 maestros, con una ratio de 40.

En el curso escolar 70/71 se jubila Calixto García, y le sustituye Gabino Hurtado. En su etapa se construye la pista polideportiva con 333.333 pesetas. Una pista que fue escenario de actividades deportivas con Pedro Yerpes y Carmen Repilado, llegando a conseguir en 1973 el premio Nacional de Educación Física. En 1995, se estrena como director Vicente Calderita, que implantó en el colegio el primer curso de la Educación Secundaria Obligatoria y los innovadores proyectos como Europa en la Escuela y la Red Extremeña de Escuelas por una Cultura de Paz, Igualdad y No Violencia. En el curso 2008/09 le releva Lourdes Rodilla que incorpora nuevas propuestas pedagógicas y didácticas como son el Proyecto Combas, Portfolio de las Lenguas, el Proyecto Lingüístico del centro y Red de Escuelas Promotoras de la Educación Física. En 2012 el centro fue galardonado con los Premios Extremeños del Deporte al Mejor Centro Escolar, concedido por el Gobierno de Extremadura. Finalmente, María Inmaculada Saralegui y su equipo llegan a la dirección implementando la Sección Bilingüe y a día de hoy siguen con una línea de trabajo innovadora y abierta a las necesidades de la sociedad en un centro que en estos días ha soplado las velas de su 60 cumpleaños.