"Usted tiene dinero, mucho dinero, pero ¿y dignidad?... ¿Qué le llevó a ello?, ¿la codicia? ¿Y si le robamos ahora todos nosotros, defraudador?". Es un extracto de Carta a un defraudador , escrita por Elena Martín Reviriego, una alumna de 16 años del instituto cacereño El Brocense, que le ha valido uno de los tres premios del concurso de redacción organizado por primera vez por la Agencia Tributaria en Extremadura. El objetivo: concienciar a los pequeños de que Hacienda somos todos e informarles de dónde se invierte el dinero que se recauda de los impuestos.

Los otros dos ganadores son Natalia Jaén Jaén, de 11 años, alumna del colegio Jiménez Andrade, de Puebla de Obando; y Wladimiro Alonso Garrido, de 10 años, alumno del colegio Enrique Segura Covarsí, de Badajoz. Todos recogieron ayer en Badajoz los galardones de manos de la delegada regional de la Agencia Tributaria, Isabel Robles Gómez, y el delegado provincial en Cáceres, Antonio José Rodríguez Vegazo. Al acto acudieron acompañados de sus profesores y de sus familiares.

Los vencedores han sido escogidos entre los 2.661 alumnos de 47 centros educativos extremeños que han participado en las charlas impartidas con motivo del Programa de Educación Cívico-Tributaria que se desarrolla desde el año 2003. La redacción --en este caso basada en cartas a defraudadores-- es una de las actividades que los escolares han realizado tras las jornadas de puertas abiertas en la Agencia Tributaria y las visitas de los funcionarios de este organismo a los centros escolares.

El rol de contribuyente

"El objetivo primordial es proporcionar a los más jóvenes unos esquemas conceptuales sobre la responsabilidad fiscal, que les ayuden a incorporarse a su rol de contribuyentes con una conciencia clara de lo que es un comportamiento cívico y solidario en una sociedad democrática", explicó la delegada de la Agencia Tributaria.

Wladimiro Alonso, otro de los galardonados, inicia así su carta manuscrita: "Estimado señor defraudador, le rogaría que pagara sus impuestos porque está engañando a todos los españoles, yo tengo que pagar por usted y todos los demás". Para acabar despidiéndose: "Un incordiante saludo de un niño que aprendió mucho de la Agencia Tributaria".

Natalia Jaén es la tercera premiada. En su carta a un defraudador, al que llama Juan, reflexiona: "Pensamos que no quiere pagar sus impuestos, porque piensa que le robamos su dinero, pero no es verdad. Lo que hacemos con ese dinero es mandarlo al Estado para que construya nuevas carreteras, para que haga residencias de ancianos, para que haga colegios...".

El mensaje parece haber calado. Es difícil Elena, Natalia y Wladimiro que defrauden al fisco cuando sean mayores.