La organización ecologista SEO/Birdlife estima que existen unos 25.000 postes eléctricos que resultan especialmente peligrosos para especies como el águila pescadora, el milano real, el águila real, la culebrera, la aguililla calzada, el milano negro, el azor, el ratonero y el búho real. La colisión con los cables es especialmente problemática para la avutarda común, el quebrantahuesos, el alimoche, la hubara canaria y el urogallo.

SEO/Birdlife considera que el presupuesto mínimo para acabar con este problema es de 46 millones de euros, con los que, además de retirar los apoyos peligrosos, habría que corregir un mínimo 3.200 kilómetros de línea eléctrica.