"Mí tío era maestro de izquierdas, ejerció en Jaraíz de la Vera y Herreruela", cuenta su sobrino, Antonio Sánchez, que además recuerda que fue alcalde de esta última localidad. "Y ese fue el motivo por el que vinieron a por él los falangistas, le llevaron a Jaraíz y le pegaron una gran paliza". Fue juzgado en Plasencia, "en un proceso de los que hacían entonces por ser de izquierdas", condenándole "por auxilio a la rebelión". Ese delito estaba penado con la muerte. Antonio asegura que como maestro era un gran profesional: "El sacerdote Julio Acosta dice en el libro de Maria Antonia Iglesias ´Maestros de la República´ que el tiempo que estuvo con don Severiano aprendió incluso más que en el propio seminario".