Cuando hago balance estos últimos días en que ha cambiado mi estilo de vida, creo que he recibido mucha influencia de mi entorno y de la formación que he recibido de mis padres. He sido siempre un chaval que ha hecho lo que ha querido. Mis padres me decían si les parecía bien o no, pero me han prohibido pocas cosas. Soy de los jóvenes de los primeros botellones . Yo siempre digo que si en Cáceres hubiéramos patentado el botellón , nos hubiéramos hecho de oro. Nuestra generación creció con él. Es un tema difícilmente defendible, pero nosotros lo recordamos con cariño porque era el momento de reunión de todos los amigos. Ibamos mucho al Extremeño , al Labrador y a partir de cierta hora, nos llamaba La Madrila.