Un saldo de más de 300 muertos en uno de los países más pobres del mundo. La tragedia, esta vez en forma de lluvias torrenciales con un desprendimiento de tierra de más de una hectárea y media según los geólogos que trabajan en el terreno, volvió a golpear la pasada semana a Sierra Leona, en concreto a un lugar muy cercano a Freetown, la capital, y dejó un panorama devastador. Además de las muertes, diversas fuentes hablan de que más de 3.000 personas han quedado sin hogar, ya que el lodo los enterró. Una catástrofe que provocó que las banderas de los edificios de numerosas instituciones públicas extremeñas ondearan a media asta el jueves pasado; la Junta declaró un día oficial de luto por todas las víctimas y al llamamiento se sumaron instituciones y ayuntamientos de diversa ideología política.

«Primero, nuestra contraparte en el terreno va a identificar todas las necesidades que surgirán tras la catástrofe: construcción de nuevas viviendas, falta de agua y comida…», explica Peligros Folgado, presidenta de la Fundación Atabal, una oenegé extremeña que ha trabajado en Sierra Leona durante los últimos tres lustros. Lo hace en colaboración con Don Bosco Fambul, la sede de Misiones Salesianas en el país africano. «La situación es catastrófica. Puede haber en torno a 500 desaparecidos. El gobierno nos ha pedido que nos hagamos cargo de los niños que han perdido padres y hogar», comenta a este periódico Jorge Crisafulli, director salesiano en Freetown.

Las últimas estadísticas oficiales, desde luego, no son nada alentadoras. El gobierno sierraleonés había contabilizado, al cierre de esta edición, 331 víctimas mortales (111 hombres, 98 mujeres y 122 niños). El país declaró, nada más conocer la catástrofe, siete días de luto oficial y el pasado jueves se celebró un primer entierro multitudinario, al que asistieron miles de ciudadanos y también Ernest Bai Koroma, el presidente electo de la nación africana, según indicó el propio ejecutivo mediante un comunicado oficial.

Ayuda de todas partes

«Don Bosco Fambul se ha llenado de mujeres y de niños, así que lo primero es proporcionar a estas personas la alimentación básica y unas condiciones de vida dignas ahora que se han quedado sin hogar», comenta Folgado. Desde Atabal, por ello, han habilitado dos cuentas (ES 9820854500770033382105 y ES4121002425150200100404) con el objetivo de recaudar fondos para ayudas de primera necesidad (alimentos, agua, ropa, medicinas…). «Los mercados se han inundado, por lo que los niños que no tenían ni hogar tampoco disponen ahora ni de un lugar para dormir», dice Peligros.

La Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aexcid) ya ha mostrado su compromiso para ayudar a paliar los efectos de esta catástrofe natural. El presidente de este organismo, Ángel Calle, confirmó ayer a este periódico que esperarán a los informes que lleguen desde la nación africana para proponer una ayuda útil a partir de la próxima semana, cuando se encuentren identificadas las necesidades más urgentes.

Diferentes organismos nacionales e internacionales se han sumado también a esta ayuda. El Gobierno de España, a través de la Agencia de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aecid) ha decidido, a la espera de la publicación oficial de un llamamiento de la Federación Internacional de Cruz Roja y Media Luna Roja, enviar desde hoy una contribución de 60.000 euros en respuesta a la emergencia nacional declarada en Sierra Leona. Esta cantidad, según indicó el propio Ejecutivo en nota de prensa, irá destinada a financiar acciones de rescate, medidas sanitarias preventivas, agua y saneamiento y apoyo psicosocial para las víctimas.

El pasado jueves, además, acudió al país africano un equipo de rescate de la Policía Nacional Española para ayudar en las tareas de rescate. También un equipo de la Policía Científica, que colabora en las labores de identificación de personas, pues hay más de medio centenar de víctimas mortales sin identificar. Además, Sierra Leona ha recibido ya, de forma oficial, más de dos millones de dólares, procedentes de diferentes oenegés y gobiernos de otros países. Pese a todo, todavía hay poca razones para la tranquilidad, puesto que geólogos que trabajan sobre el terreno han advertido de la inusual cantidad de lluvia caída este año, que supera cuantiosamente lo lo común en este época del año, y han avisado de que hay más de 20 hectáreas de tierra y lodo con igual probabilidad de desprendimiento.

De nuevo golpeado

Los niños, los menores de edad, han vuelto a ser el colectivo más vulnerable. Según el último informe de Unicef Infancias Robadas, Sierra Leona es el décimo peor país del mundo para ser niño y cuenta con más de 300.000 huérfanos. La crisis del ébola, que acabó con la vida de 4.000 personas en este país africano, según la Organización Mundial de la Salud, agravó esta situación y, a buen seguro, el desastre de la semana pasada la acentuará considerablemente. Cientos de niños viven de lo que encuentran en los vertederos, son traficados por las mafias que operan en diversos países de África o, en caso de las niñas, se prostituyen por apenas 5 euros la noche.

Ahora, cuando la catástrofe golpea de nuevo el país, Folgado, Crisafulli, Atabal y Don Bosco Fambul vuelven a ponerse a trabajar para paliar, en la medida de lo posible, las graves consecuencias que ha dejado. «Lo primero, ahora, son las víctimas, todos los que se han quedado sin casa, sin familia y sin nada», concluye Peligros.