Cinco años tendrá que esperar Almendralejo para poder vivir otra Semana Santa como la de este año gracias a la procesión Magna que el pasado viernes por la tarde logró concentrar a miles de feligreses en el recorrido oficial, a siete hermandades desfilando, unos 300 costaleros, centenares de nazarenos y mujeres ataviadas de mantillas y cuatro bandas de música.

Tras las procesiones del jueves santo del Cristo de la Merced y las de la madrugada del viernes con el Gran Poder y el Cristo de la Buena Muerte, el viernes por la tarde los feligreses almendralejenses invadieron la calle Francisco Pizarro para presenciar la procesión Magna que se celebra cada cinco años en la capital de Tierra de Barros.

A las cuatro dela tarde los primeros ciudadanos comenzaban a llegar al recorrido oficial para ocupar una de las 600 sillas que la Junta de Cofradías había instalado y que en pocos minutos previos estaban todas ocupadas. Así, como estaba previsto, a las 19.30 horas la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto pedía permiso a la organización para entrar en la carrera oficial. El paso de la Oración el Huerto fue el primero en procesionar ante miles de almendralejenses. Tras él, el Beso de Judas y durante las dos horas siguientes les siguió El Padre Cautivo, el Cristo de la Merced, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y la Santa Vera Cruz, el Cristo del Amparo y la Piedad en su Misterio Doloroso, el Santo Entierro y, por último, María Santísima de los Dolores.

Después de varios años sin hacerlo, el Cristo del Amparo participaba en la Magna y alargaba su recorrido después y el paso del Gran Poder se quedaba en el templo. Todas llegaron a su hora, e incluso antes de tiempo, al inicio de la carrera oficial ubicado en el cruce entre Cantones y Francisco Pizarro. Para ello, tuvieron que salir dos horas antes de sus respectivos templos con el objetivo de procesionar hasta dicho punto sin ningún tipo de problemas. Una vez allí, los sietes pasos entraron ante los aplausos de los feligreses y cuatro de ellos desfilaron por todo el recorrido bailando al compás de las bandas.