El silencio llenó ayer las calles de diversas localidades extremeñas para gritar contra la violencia doméstica, una iniciativa a la que se sumó la Asamblea con una declaración institucional en la que, además del rechazo unánime a los malos tratos, se compromete a promover las acciones que sean necesarias para ayudar a transformar la mentalidad social de cara a la igualdad entre sexos. Basta un dato, en Extremadura se han registrado en lo que va de año más de un millar de denuncias por malos tratos.

En la memoria de todos estaba ayer Matilde Agreda Moreno, asesinada este año en Almendralejo (Badajoz) por su marido a los seis días de haberse casado, pero también las más de 70 mujeres muertas en España a manos de sus parejas o excompañeros sentimentales.

La protesta más numerosa se produjo en Badajoz, donde más de un millar de personas se manifestaron en silencio con velas y cartulinas con los nombres de las víctimas mortales. Convocadas por la Asociación de Mujeres Progresistas, y con la presencia en la calle de la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura (Imex), Josefa Caraballo, el periodista Antonio Pascual leyó un manifiesto de condena al final de la manifestación, informa Guadalupe Leitón.

Más protestas

También hubo concentraciones en otros municipios, como en Jerez de los Caballeros, donde en torno a 200 jóvenes de bachillerato y de los ciclos formativos de los institutos de Enseñanza Secundaria Ramón Carande y El Pomar participaron ayer en un debate sobre la intervención en los casos de malos tratos en el que se abordó el papel que desempeñan las instituciones.

La lengua de la manifestación se extendió hasta Zafra, donde Caraballo intervino en unas jornadas de información, informa Ana Holguín.

Almendralejo no quiso ser menos y medio centenar de mujeres se dieron cita junto a la estatua de la libertad, mientras miembros del colegio público José de Espronceda realizó una marcha con unas 300 personas desde el centro hasta el parque de la Piedad, informa Miguel Piedehierro.