Cientos de docentes menos, bajas sin cubrir hasta los 15 días reales, más alumnos por aula, menos monitores, disminución de las ayudas a servicios como el transporte, los comedores y las becas para la adquisición de libros... "Todo esto suma unos 50 millones de euros que saldrán del sistema educativo extremeño durante este curso escolar", señala Manuel Pascual, secretario de educación de CSI-F. Las consecuencias de esta pérdida económica por las medidas impuestas son "peores condiciones laborales y problemas en el trabajo diario en los centros", explica José Manuel Chapado, de PIDE, porque asegura que no se pueden realizar horas de refuerzo, ni trabajos en los laboratorios, ni atender a los padres.

Así lo expusieron ayer todos los sindicatos educativos que convocaron una concentración y un encierro de una hora en el Edificio Múltiples de Cáceres, donde acudieron una treintena de docentes. La protesta de ayer es una más de las que realiza el sector cada miércoles y avisa que seguirán. "No pararemos hasta que el gobierno no pare", indica Tomás Chaves, de CCOO. Pretenden que la Junta reconsidere que los recortes no tienen futuro y exigen que se reabra el proceso de negociación, ahora parado, entre los sindicatos y la consejería, afirma José Francisco Venzalá, vicepresidente de ANPE.

Felipe Sánchez, de STEs-Ex dice que "son los recortes más brutales de los últimos 40 años" y aún podrían venir más. Según Miguel Salazar de UGT, "el anteproyecto de presupuestos nos anima a seguir protestando porque los fondos para educación caerán en 2013 un 14%" y especialmente perjudicial considera la desaparición del Plan PROA. Por ello, no descartan convocar una huelga general "para exigir un cambio de política educativa".