Tanto los sindicatos como las organizaciones de mujeres aseguran que la actual legislación es la responsable de que las bajas por paternidad sean algo marginal. Esta entró en vigor en 1999, cuando la Cortes aprobaron la ley de conciliación de la vida familiar y laboral.

Aseguran que España debería haber copiado el modelo nórdico, donde los hombres disponen de un periodo de baja con independencia del que disfrutan sus compañeras. El PSOE, IU y CiU reclamaron en la pasada legislatura permisos de paternidad exclusivos.